Después de leer El asesinato de Pitágoras, decidí leer todo lo que publicara este autor, y en eso ando. Aquel libro me gustó tanto, que este no ha podido estar a la altura, es, aunque comparte temática, bastante diferente. A pesar título, y de que se sabe el final de Sócrates por la historia, realmente el protagonista es Perseo, a quien acompañamos desde su nacimiento. La extensión del libro y el paso de los años hace que puedas encariñarte mucho con los personajes (y odiar a otros), viéndolos madurar y en algunos casos, envejecer o morir. Ambientada maravillosamente en la Grecia y Esparta antiguas, narra múltiples batallas durante la guerra, así como escenas del día a día de sus habitantes, consiguiendo que te sumerjas en este mundo que a mí me apasiona, con gran cantidad de datos y acontecimientos reales. El trabajo del autor es notable, he podido destacar varios pasajes y citas que me hicieron reflexionar y en general he disfrutado mucho con la lectura. Habla mucho sobre la familia y las relaciones entre padres e hijos, diría que este es el verdadero argumento de la novela. Con todo, se me ha hecho un poco largo, y en ocasiones monótono, ya que esperaba más acción e intriga como en el de Pitágoras, de ahí que no llegue a la nota máxima. Me ha faltado alguna cosita, como Lo recomiendo para los amantes de la historia y los buenos personajes. |