El asesinato de Sócrates

Amigo mío, la mente de los hombres habita en un mundo de espejismos y tinieblas. No te será difícil encontrar a alguien que te prometa el sol y te cobre una fortuna por ello. El sol prometido no saldrá, pero las palabras que te entreguen a cambio de tu dinero tal vez consigan deslumbrarte.

Los niños destinados a ser reyes no debían aprender a obedecer sino a mandar.

Muchos hombres temen la muerte, pero reconozco mi ignorancia respecto a ella. No sé lo que hay después de la muerte, no sé si es un bien o un mal.

"Y debéis daros cuenta de que a menudo la diferencia entre un hombre común y otro considerado sabio es la intensidad con la que éste expresa sus opiniones. Casi podría afirmaros que cuanto más convencido se muestre un hombre de lo que afirma, más deberíais dudar de sus afirmaciones".

Saber que lo que creíamos que era cierto no lo es ya estar por delante de quienes están llenos de verdades sólo aparentes.

El poder de la montaña es un reflejo del poder de los dioses.

Amigo mío la mente de los hombres habita en un mundo de espejismos y tinieblas. No te será difícil encontrar a alguien que te prometa el sol y te cobre una fortuna por ello. El sol prometido no saldrá, pero las palabras que te entreguen a cambio de tu dinero tal vez consigan deslumbrarte.

Los dioses se complacen en jugar con los hombres.

Se consideraba a sí mismo un filósofo, alguien que quiere saber, y no un sabio, alguien que ya posee el conocimiento

Se quedó mirando a la mesa, sonriendo, y sus ojos se desplazaron hacia la pequeña cerámica alargada que le había regalado Jantipa el día de su boda. La superficie blanca mostraba una escena nupcial. Casandra tomó la cerámica y le dio la vuelta. En la parte de atrás, una sirena con su rostro volaba hacia un lugar desconocido. Todos los días contemplaba un rato aquel dibujo. Le hacía soñar que escapaba de la maldición de su destino, como Dédalo e Ícaro con sus alas de cera, y le hacía sentirse en contacto con Perseo.