Al final la vida es esto: correr con la gente que quieres, sin saber bien a donde, pero con la certeza de que en realidad no importa lo que haya al final del camino; lo que de verdad importa es recorrerlo juntos.
Voy a seros sinceras, no sé como empezar a escribir esta reseña. Lo terminé ayer, me duró 12 horas, quizás algo menos, y cerré el libro llorando. Quise hacer ayer la reseña nada más terminarlo, pero me dije a mí misma que no sería justo porque todavía tenía los sentimientos a flor de piel, pero es que hoy, 24 horas después de haberlo terminado, aún sigo llorando cada vez que me acuerdo del libro. Jamás me ha pasado esto pero no sé que tiene
Cherry Chic que consigue que sus historias, sus personajes y sus libros me calen hondo. Siento que es uno de los libros más especiales que he leído nunca y probablemente sea porque me he sentido más identificada con los personajes de lo que me he sentido nunca con ningún otro y eso, es lo más bonito que puede dar la lectura y los libros.
Todas mis ilusiones es el tercer, y último libro, de la serie Dunas en el cual podemos descubrir la historia de Mario y Sia, dos chicos que se ocultan detrás de máscaras viviendo con miedo a seguir hacia adelante pero que juntos pueden aprender a amar sus miedos y conseguir superarlos juntos.
También se nos presenta la continuación de la historia de Nil y Aza, dos personajes cuya historia se nos ha ido presentando a lo largo de los dos libros anteriores y en este último vemos la evolución de ambos personajes sobre todo psicológicamente, algo que me ha gustado bastante porque en el segundo libro de los Dunas llegué a odiar un poquito a Nil.
Mario no puedo evitar decir que es mi Dunas favorito. Es un chico que parece super infantil por el hecho de utilizar todo el rato frases de Disney pero el cual vemos que eso oculta mucho más de lo que él piensa y vemos que la muerte de su padre marcó mucho a su personalidad. Durante todo el libro ha tenido una evolución increíble y me ha gustado tanto como ha transmitido sus miedos y sus inseguridades que yo únicamente quería entrar en el libro y abrazarle. Es verdad que en algunos momentos quería matarle porque me daba un poco vergüenza ajena pero es que me he reído tanto con él y también he llorado tanto... que es un personaje que aunque hiciera la gilipollez más absurda del mundo, le amaría por encima de todo.
Sia es un personaje que la empezamos a conocer en el segundo libro y, aunque es verdad que en este no me gustaba por como trataba sobre todo a Mario, por sus contestaciones, en este tercer libro me ha encantado porque la hemos conocido muchísimo más y vemos reflejado el hecho de su comportamiento. Es una chica que no lo ha pasado nada bien con su familia y eso le ha creado muchísimas inseguridades y miedo que ha ocultado con su forma de vestir, sus pelucas y sus maquillajes, su barrera para que nadie pudiera hacerla daño. Es un personaje que crece enormemente psicológicamente y es fuerte, guerrera y que lucha por lo que ella quiere para su futuro. Como dice Tash, es duro que te encierren en una habitación, pero más duro es que consigan que te encierres en ti misma y no te permitan mostrarte tal y como eres por miedo, y es que Sia es un claro ejemplo de que somos libres y tenemos que hacer lo que realmente nos hace feliz. Os voy a compartir una de las frases que más me hizo llorar de Sia porque se ve claramente su evolución:
No puedo evitar que las ganas de sonreír pujen desde dentro, pisoteando al miedo, la inseguridad y todos mis fantasmas. Eso que tan aterrador me parece por lo general, hoy solo me hace pensar que, después de todo, si un chico como él puede esperar tanto por mí, es que quizá hay un sitio bonito en el mundo para alguien como yo.
Nil es, junto con Mario, mi personaje favoritísimo de los Dunas y a pesar de que llegué a odiarlo, en este libro le he amado otra vez porque vemos por qué actuó como lo hizo con Aza y como intenta arreglar sus errores aún sabiendo que va a ser una de las cosas más complicadas que va a hacer en la vida. Tiene muchísimos miedos y traumas por culpa de su pasado pero una vez más, vemos la evolución de dicho personaje afrontándose a sus miedos y viendo que la familia, al fin y al cabo, es lo más importante cuando todo está patas arriba.
Aza no voy a añadir mucho más de ella solo que durante los tres libros pasó de ser una niñata que todo lo tenía que compartir por instagram a ser una mujer y madurar de la forma más dura pero es algo que la ha hecho ser como es y valorar, que al fin y al cabo, hay que disfrutar de las cosas que nos rodean y que la vida se complica, no es todo de color de rosas, pero que todo se supera.
En cuanto a las dos relaciones que se nos presentan, voy a definirlas con una frase: la historia de Aza y Nil es una historia de amor maravillosa pero la historia de Mario y Sia es una de las relaciones más bonitas, sana y real que hay a lo largo de todo Dunas.
Por último, quiero mencionar los dos epílogos que nos escribe la autora... Con ambos lloré como una auténtica magdalena. El de Mario es totalmente inesperado pero a la misma vez es precioso pero es que el de Aza... Cuando Nil dice el nombre del niño... de verdad que yo era un mar de lágrimas. Creo que era sinceramente el final que se merecía esta serie y me va a costar mucho no volver a saber nada más de ellos porque han marcado un antes y un después en mí. Me han hecho reírme a carcajadas, llorar, sonreír pero sobre todo, me han hecho disfrutar y hacerme sentir parte de esa maravillosa familia.
En conclusión, leer la serie Dunas y disfrutar de la pluma y de las historias maravillosas que crea
Cherry Chic porque de verdad no os vais a arrepentir. Solo puedo dar gracias a la autora por, una vez más, escribir de una forma tan bonita y tan real, por hacerme sentir tanto con tus libros y por hacerme viajar a La Cala de Mijas. Espero que el 5 de mayo me hagas viajar a las montañas de Oregon con Rose Lake.
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