Una historia divertida, veraniega y bonita. Lola tiene ese toque de locura que tanto caracteriza a los personajes de Cherry Chic y Lorenzo es tan tan tan que enamora. Además, los secundarios muestran que a veces los amigos se pueden convertir en familia. Y como puntos especiales, la inclusión de las personas con sordera y la localización, el sur, que invita a perderse.
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