Cuando el cielo se rompa y caigan las estrellas

Vera y Maia se ven obligadas a mudarse al otro lado del charco tras el fallecimiento de un ser querido. Esto les otorgará un nuevo comienzo en Rose Lake, un pequeño pueblo en Oregon.

Maia es una adolescente algo resentida por este cambio tan brusco, lejos de sus amigas y todo lo que conoce.

Para Vera tampoco será fácil, sobre todo por la barrera del idioma y el autoestima que intenta controlar.

Su llegada a Rose Lake será una novedad para los ciudadanos y casi desde el principio conoceremos el porqué.

También conoceremos en profundidad a otros dos personajes: Martin y Kellan. Ambos son muy especiales de maneras distintas y todo debido al dolor que cargan.

Y qué voy a decir yo. Este libro me ha sorprendido de una manera maravillosa. Cherry deja ver otra faceta suya como escritora, una menos cómica y más real, pero que me ha flipado. Me recuerda un poco a otra novela de la autora: "Mantendré las luces encendidas para ti" que solo está disponible en digital.

He adorado la narración desde el principio y a los personajes, aunque unos se dejan querer más que otros. Sin embargo, tengo un favorito al que yo no podría negarle nada y ese es a Martin. He sentido la necesidad de meterme en la historia y darle ese abrazo y apoyo que nadie le brindaba.

Como en la mayoría de libros de la autora, los secundarios son bastante importantes y nos dejará ver subtramas y retazos de lo que podremos ver en el siguiente libro. 

Solo os digo que lo leáis a ciegas, no pienso contar mucho más porque sé que así lo disfrutaréis tanto como yo.

Por cierto, me muero por que llegue el segundo tomo, ¡cada vez queda menos!