Elijo el Arcoiris

Es un libro demasiado duro, autobiográfico y muy intimista en el que una mujer con depresión posparto escribe todos sus sentimientos desde el momento en que empieza a caer en esa depresión hasta meses más tarde. La evolución no es lineal y hay momentos tan fuertes que el lector acaba por notar esa ansiedad que transpiran sus páginas.

Hay que tener en cuenta que además de la depresión es posible que haya otras enfermedades mentales que agraban los síntomas y que, si no los tenemos en cuenta, puede parecer todo muy irreal. Sin embargo es cierto que hay personas que se sienten así y que no es por voluntad propia, simplemente no pueden evitarlo.

Cuando empecé este libro no esperaba que fuera tan intenso y nunca pensé que llegaría a afectarme pero lo cierto es que al llegar a la mitad si que noté que había momentos que me sobrepasaban y me obligaban a dejar la lectura para el día siguiente pues, pese a que es una historia ajena a mí, no podía no sentir tristeza por lo que le sucedía a la protagonista de la historia. A veces me costaba empatizar con ella pero luego me daba cuenta de que sufría un desajuste emocional y que eso explicaba muchas de las situaciones que vivía.

Es cierto que he echado de menos que nos explicara un poco más su vida diaria pues apenas aparece el marido, pese a que las pocas veces que se le nombra es para hacernos ver que es todo un padrazo y un buen marido. Quizás por ese lado me he quedado con ganas de conocer también las cosas buenas que tiene en la vida. Creo que si ella fuera capaz de escribir sobre ello, lo vería más claro y podría valorar mejor que, pese a estar en ese pozo, también tenía cosas por las que luchar.

No es una lectura para todo el mundo pero sí que es un ejemplo de que con esfuerzo y voluntad se puede ir sobrellevando una enfermedad mental. Es importante tener claro en todo momento este punto para poder entender la historia.

Además me encanta que se le de importancia a la salud mental y lo importante que es pedir ayuda tanto a psicólogos como a psiquiatras cuando la situación nos supera. Es un buen punto y agradezco lo mucho que se valora en esta historia. Ojalá más personas se atrevieran a dar el paso de acudir a un profesional para evitar que los problemas lleguen a más.
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Como nos indica en la sinopsis, la mayoría de capítulos están dedicados a la convivencia de la maternidad y la depresión. Es una enfermedad muy castigada socialmente y que se atreva a mostrarlo y encima en primera persona: solo puedo felicitarla y quitarme el sombrero delante de Lucy.

Pero además comparte miedos que creo que todas las mujeres nos ha pasado por la cabeza respecto a la maternidad. No he sido madre, pero sí que cuando alguien me pregunta o me hace reflexionar, he tenido las dudas / pensamientos que se transmiten en este libro. También el aspecto de la depresión o ansiedad todo el que la haya vivido, se puede sentir identificado. Ya sea mujer, hombre, sean padres o no.

La estructura del libro es en forma de relato. Es muy acertado porque permiten leerlo tranquilamente ya que como mucho la duración son tres páginas. Así que si solo se disponen de ratitos, puedes cerrar la trama en cada momento de lectura. Y aunque son independientes, sí vemos conexión entre cada uno de los relatos. Y como hilo argumental: tenemos un viaje por una cueva que nos va mostrando el enfoque que tendrán los siguientes relatos.