Tal vez tuvimos que vivir todo aquello para aprender que el amor verdadero no conoce de fronteras, ni sabe de patrias ni banderas, y que la tierra que amamos siempre nos pertenecerá, gobierne quien gobierne.
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Tal vez tuvimos que vivir todo aquello para aprender que el amor verdadero no conoce de fronteras, ni sabe de patrias ni banderas, y que la tierra que amamos siempre nos pertenecerá, gobierne quien gobierne.
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Lo he hecho porque quiero tenerte de compañera de vida, porque a tu lado puedo soportar la fealdad del mundo y afrontarla con valor.
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Ahora lo sabía. Mi única patria era su cuerpo y mi bandera, su piel. Nuestro amor, todo por lo que yo iba a luchar. Nada más me importa y haría cualquier cosa por defenderlo.
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Sin embargo, reconocerán que las guerras siempre exacerban el espíritu nacional y unen posturas que parecían irreconciliables
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Era una guerra, un choque de civilizaciones: ellos defendían la tierra de sus ancestros y su cultura; nosotros peleábamos por extender los valores de la Unión y el progreso. Y los colonos buscaban un futuro para ellos y las generaciones venideras, y lo arriesgaban todo por la esperanza de una vida mejor. *** Ahora lo sabía. Mi única patria era su cuerpo y mi bandera, su piel. Nuestro amor, todo por lo que yo iba a luchar. Nada más me importaba y haría cualquier cosa por defenderlo. *** Por primera vez tuvo que admitir que se sentía ridículo, casi avergonzado de su sentir patriótico. ¿De verdad merecía la pena morir por esos miserables oportunistas? No podía aceptarlo, no podía. México era mucho más grande que la miseria de ese puñado de cobardes, más preocupados de su propio beneficio que de demostrarle al invasor que jamás vencería. *** |
No temas —susurró contra mi boca—. Nada podrá separarnos, ni siquiera la muer… —Lo acallé con un beso y las lágrimas brotaron amargas de lo más profundo de mi ser. —No lo digas, trae mala suerte. —A tu lado no le temo a nada. Y sin embargo, yo le temía a todo. No me lo arrebates, Dios mío, por favor. |
-Siempre es un honor conocer a una mujer valiente que no le teme a nada. -Yo no diría tanto, general. Simplemente mi sentido del deber es más fuerte que el miedo -afirmé. |
Y un hombre, Jane, vale tanto como su palabra. Si pierdo el honor, no tengo nada más que ofrecerte.
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Aunque no lo parezca, yo también llevo sangre irlandesa, y los irlandeses nunca faltamos a nuestras promesas.
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Polk también afirmaba el derecho sobre Oregón y sobre los territorios donde los colonos americanos estuviesen asentándose. Derecho de ocupación, lo llamó. -¿Qué quiere decir? -pregunté. -Que habrá guerra con México -afirmó Norman. |
¿Cuál es el desayuno favorito de Eleven?