El silencio bajo el agua (Serie de los Elementos 3)

Como pasa siempre con los libros de Brittainy, no nos dan muchas pistas sobre la historia que vamos a leer, y eso me encanta. Sé que habrá sentimientos, sé que alguien estará destrozado y sé que también habrá amor. Precisamente por todo esto, creo que es mejor que yo tampoco os cuente mucho y que confiéis en que, si lo vuestro son las lecturas plagadas de instantes dramáticos, o no tanto, y de pequeños detalles que consiguen que alguien salga de nuevo a la superficie, este libro os gustará.

Comienza un poco como lo hizo el libro anterior, introduciendo ese momento en el que todo cambia, o en el que todo comienza. A partir de entonces se marcan las pautas que guiarán toda esta historia y a nuestros personajes. Maggie tiene seis años, las cosas muy claras y una voluntad férrea: quiere a Brooks. Es verdad que el desencadenante nos mete en situación, nos sitúa en el lugar a partir del cual todo va a girar, es la causa, pero será la narración a partir de entonces, la que nos acercará a Maggie y a Brooks, y a su mundo. Brittainy tiene la facilidad de ir colocando el drama, paralelo al amor, poco a poco, dándole más importancia al amor, como algo que va creciendo dentro de ti, como algo que le da sentido a todo. Para mí ha sido una lectura fluida, pero entendería que para otro tipo de lector no lo fuera tanto. Es una historia de sentimientos simples, que realmente no lo son.

Es verdad que la palabra tierno, enternecedor, engloba todo. Tiendes a querer abrazar a Maggie, que se encuentra tan sola dentro de su propio silencio, la acompañas y te gusta cómo es y cómo se acerca a las personas que quiere. Estás leyendo disfrutando del camino que te van marcado, de la sencillez de la historia dentro de la complejidad por el trama que tiene, con el miedo de llegar al momento que sabes que te estrujarán el corazón, porque ya te avisan en la sinopsis y tú lo sabes.

Todos los personajes que giran en torno a ella tienen su pequeña parcela y su razón de estar. Tengo la sensación que de las novelas que he leído de esta autora, esta es en la que mejor ha trabajado el esquema global, el todo. Todo tiene un porqué y no le sobra nada, o por lo menos a mí no me ha sobrado nada ni nadie. Ese todo ha servido para acercarme a ellos y sufrir con ellos.

Ocurrir, ocurren cosas, la vida avanza alrededor del pequeño mundo de Maggie, pero lo importante es cómo ellos se apoyan, se acercan y se sostienen. Creo que el libro nos habla de cómo el amor entre dos personas puede conseguir que las cosas mejoren y, si no mejoran, por lo menos consigue que no te sientas solo.

Para mí ha sido como si lo esencial fuese mostrarnos ese lugar oscuro que puede haber dentro de una persona con un trauma o un dolor muy grande, o algo que le impide ser él mismo. Ese silencio bajo el agua tan necesario, que creo que lo que hace es aislarnos para poder respirar. Las depresiones son muy complejas y difíciles de comprender desde fuera, y he tenido la sensación de que este libro se acerca mucho a ese interior. Se llega a entender muy bien en la manera que tiene la autora de ir acercándonos a Maggie, y a Brooks, un personaje que acaba ganando un hueco en tu corazón (no tanto como lo hizo Tristán pero casi, casi... xD)

Es un texto que va de enamorarse, de conocerse, de aceptarse, de llegar a tocarse el alma, va de dos personas y del dolor de una vida, y de cómo ese silencio bajo el agua puede acallar fantasmas.

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