Todo el mundo tiene un lado oscuro, su propio demonio personal que mantiene encadenado la mayoría de los días. El demonio susurra mentiras al oído de la gente, llenándolos de miedo y de dudas, empujándolos a hacer cosas oscuras. El objetivo principal es controlar el sonido del demonio, permitirle únicamente que se asome un poco fuera del armario donde está encadenado. El demonio solo puede dominar la mente de la persona si lo libera y le permite salir.
|