—Te quiero a ti. Todo tú: lo bueno, lo malo, el dolor, la rabia. Si atraviesas el infierno sostendré tu mano todo el tiempo. Si el fuego de nuestras vidas sigue creciendo, arderemos como si fuéramos uno. Te he elegido a ti. El ayer, el hoy, el mañana. Eres mi llama eterna. |