Obra completa

Tenía ganas de estrenarme con Manuel Chaves Nogales y la publicación de toda su obra fue la excusa para empezar.
En el Volumen I, tenemos sus primeras colaboraciones periodísticas, su primer ensayo “La ciudad”, colaboraciones desde Madrid…y lo que sin duda me ha enamorado, es “Narraciones maravillosas y biografías ejemplares”.
Un libro cargado de textos interesantes, donde se aprecia el talento de Chaves Nogales, que se lee de principio a fin sin perder el interés y que te deja con ganas de haber conocido la España de principios de siglo en su compañía.

Iré editando esta opinión a medida que vaya leyendo los demás volúmenes que cada cuál promete ser más interesante que el anterior.

Segundo Volumen de Chaves Nogales. Esta vez le he acompañado principalmente en sus viajes por Europa. Unos viajes que he disfrutado en todo momento, pero sobretodo, su paso por la URSS.
Si tengo que quedarme con alguna de sus obras reunidas en este volumen es, sin duda, con “Lo que ha quedado del imperio de los zares”, pero todos y cada uno de los textos merecen la pena y si hay algo que me transmite Chaves Nogales, es envidia, pero envidia de la sana, por todo lo que vio, por los personajes de la época a los que pudo entrevistar y por alguna que otra reflexión que hizo en su momento y que han resultado de lo más acertadas.

Tercer volumen de Chaves Nogales. Lectura ágil y adictiva. Estoy llegando a la conclusión de que soy de las personas que disfrutan más de sus reportajes periodísticos, que de sus novelas. Pero sin duda todo lo de Nogales merece la pena.
Si tengo que quedarme con algo de este volumen, sería con su viaje a la Alemania Nazi. Increíble.

Cuarto volumen de sus obras. Abarca desde el 35 al 38 y contiene dos de los libros que mayor interés tenía por leer. “A sangre y fuego” y “Los secretos de la defensa de Madrid” ambos increíbles pero sin duda el que más me ha gustado ha sido “Los secretos…” me ha descubierto a Miaja, del que sabía poco o nada y me ha dado información de lo más interesante sobre la defensa de Madrid.
Otra de las obras que aparecen en este volumen es “Juan Belmonte, matador de toros” con el que iba a ciegas,
y que admito empecé un tanto escéptica porque de buenas a primeras no me interesaba demasiado, pero que como todo lo escrito por este
hombre, me ha sorprendido muy gratamente.
Sigo encantada con Chaves Nogales y me entristece un poquito que solo me quede un volumen por descubrir.