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A pesar de que empecé éste libro creyendo que era de terror y no lo es, me ha gustado mucho. Es de misterio, una historia familiar un tanto enrevesada. Está contada a dos voces y en dos líneas temporales, una en 1969, contada por Ámber y el presente contada por Lorna. Lorna decide buscar recinto donde celebrar su boda y recuerda una casa donde su madre la llevaba de pequeña, aunque no recuerda mucho más. Recuerda un gran caserío y piensa que allí será el lugar perfecto. A partir de ahí van sucediendo cosas que te dejan que no sabes qué pensar, cuál es la relación entre ella y la casa. Mientras, Ámber nos va contando el transcurso de los días de aquél 1969 Sólo le veo una pega al principio, que la autora se va por las ramas demasiadas veces con las descripciones y cosas que no son relevantes, por lo demás, es super interesante. El final, aunque un tanto previsible me ha gustado mucho. |
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