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Cuando un libro me gusta muchísimo y me hace sentir muchas cosas, me cuesta horrores escribir una reseña en condiciones y es lo que me ocurre con este libro. En El mago de cristal nos encontramos ante una historia que sigue la estela del anterior libro, pero que he disfrutado más, con un buen ritmo de acontecimientos pues siempre pasa algo o se nos da información interesante y en la que el lector nunca siente que la trama se estanque, además de que todo está muy bien equilibrado y no le falta ni le sobra nada. Algo que me gustaría destacar, aun siendo algo que realmente no tiene mucha importancia, es que esta vez contamos con un capítulo narrado desde el punto de vista de Emery, lo que me ha parecido totalmente acertado ya que así podemos ver cómo piensa y que siente el, algo que tal y como está la trama me parece muy necesario saber. El mundo sigue pareciéndome sumamente original y la autora creo que lo utiliza muy bien, le sabe sacar su jugo y además está muy bien desarrollado. El enfoque que se le da a la magia sigue pareciéndome fascinante y en esta ocasión además se nos enseñan nuevos trucos de la magia del papel y tenemos información la mar de interesante sobre otros tipos de magia que no habían salido hasta ahora o de los que apenas se nos había hablado. La historia es muy muy adictiva y desde la primera página ya tiene al lector completamente atrapado y enganchado, con ganas de más siempre, con ganas de saber que pasará a continuación y haciendo que el parar de leer sea imposible hasta haber terminado el libro. El misterio y la intriga están muy bien llevados. La autora los mantiene muy bien y poco a poco los va subiendo, los va haciendo crecer y el lector acaba siempre alerta, siempre en tensión y sin saber que pasará a continuación. Y es que la trama es muy sorprendente, cada vez que piensas que pasará una cosa pasa otra y nunca sabes con que te saldrá la autora ni que giros y sorpresas deparará la trama ya que todo es muy inesperado. Una de las cosas que más quiero destacar es la infinidad de sentimientos que me ha provocado. A priori, teniendo en cuenta el anterior libro y la trama en sí de este, no esperaba que despertase en mi tantas cosas, pero lo ha conseguido. Ha hecho que se me encogiese muchas veces el corazón, que tuviese un nudo en la garganta, me ha hecho reír, me ha hecho llorar, me ha hecho sufrir con y por los personajes, me ha hecho estar en tensión, me ha hecho suspirar de felicidad, me ha hecho estar preocupada…Sin dudas, ha sido una lectura muy, pero que muy, intensa. Tras más de libro y medio esperándolo, por fin tenemos algo de amor. Me cuesta mucho describirlo pues, por un lado, es algo meramente anecdótico y que no tiene mucha importancia y, por otro lado, me ha gustado tanto y me ha alegrado tanto que no me salen las palabras. Es de las historias de amor más bien construidas que he leído últimamente, natural, fluida y, sobre todo, creíble, ya que lo es a rabiar. Es de esas relaciones que se dan a fuego lento, en las que lo que más importa son los detalles, los pequeños gestos y que a mí me ha robado el corazón gracias a unos escasos, pero presentes, momentos preciosos entre ellos. El final no puede ser mejor la verdad. Creo que es el final idóneo para la historia, lleno de acción, con descubrimientos importantes y sorprendentes, en cierto modo cerrado pero que te deja con la certeza de que aún quedan cosas por resolver y nuevas aventuras por vivir a los personajes. Además, deja con ganas de mucho más, al menos a mí me dejó así, con ganas de más de todo: personajes e historia. Y debo mencionar que cerré el libro con una sonrisa tonta en los labios, porque imagino algunas de las cosas que ocurrirán en el tercer libro y no puedo estar más feliz por ellas. Los personajes están muy bien definidos pues tras dos libros ya hemos tenido tiempo de conocerlos, además, en casi todos vemos una evolución lo que siempre es de agradecer. |
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