Una novela corta sin mucha pretensiones pero que en la sencillez de su narración nos descubre la nostalgia de un verano que acaba y sirve de punto final a un momento en la vida de sus protagonistas. No hay más que un narrador innombrado y su amigo Doro, que después de visitar y, quizá, despedirse de la aldea y las colinas donde crecieron, viajan a veranear a la casa que Doro y su joven esposa Clelia tienen en la playa. ☆Y así trascurre la historia, días de playa, chapuzones en el mar, excursiones y confesiones por parte de los personajes variopintos, muy diferentes entre sí, aunque unidos por la misma necesidad de cambiar. Días lánguidos que acortan aquellos días de juventud y de irresponsabilidad y les acerca a ese momento en el que deben decir adiós y comenzar de nuevo. ☆No hay nada más en esta sencilla historia, sin rebuscar, sin a penas un hilo conductor que deje entrever que pasa o hacía dónde se dirigen los personajes. |