Qué bonita historia! Aunque dura, los lazos afectivos resurgen y desafían al mismo tiempo. Es una historia cortita pero llena de sentimiento y lealtad. Se basa en la china de 1840 dónde la pobreza recrea muchas tradiciones ancestrales y la pobre señora Wang intenta desafiar. Su trabajo entre otros menesteres es de cultivar rosas de Jade, pero no es un negocio rentable si la cosecha no es buena y pocas veces lo es. La señora Wang tubo un hijo Yin sucesor del negocio y borrachín. Pero lo que nos concierne es una de las tradiciones angustiosas y en que la señora Wang tiene un papel importante. |