El rincón de las tormentas

Ese día aprendí que no se puede huir del destino. Puedes perder el tiempo esquivándolo, buscando rincones oscuros donde esconderte, pero tarde o temprano acaba por atraparte. Cada uno de nosotros debe aceptar lo que es, su esencia.

Las mejores cosas de la vida merecen un gran esfuerzo.

[...] ninguno de los que vivimos en el primer mundo y no hacemos nada para cambiar eso somos buenas personas, simplemente nos hemos acostumbrado a nuestra maldad cotidiana y nos parece que es lo normal.

Pero muchas veces los buenos actos tienen consecuencias fatales [...]

Los problemas no se esquivan, se destrozan.

[...] aunque no es la vida que soñé, tampoco me quejo. La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas.