Café de artistas

Leído de una sentada, como decía Poe. "Café de artistas" me ha cautivado. Es lo primero que leo de Camilo José Cela, y no sé por qué diantres no lo he leído antes. Su prosa me ha enamorado.
Tenemos un relato en forma de cuento en el que un café de principios de los cincuenta es el protagonista. Relato coral con muchos personajes: el joven de provincias, la viuda pechugona, el camarero, el viejo con pinta de pájaro frito, el que pide dinero, el que lo presta.
El anisete, el vino, el tabaco y el café endulzan los sueños rotos, las aspiraciones altas con una buena dosis de ironía muy típica de Don Camilo, o eso creo. Lo cómico en la prosa del autor deja patente de donde viene: de Galicia, pero su ascendencia literaria me da a mi que viene de Quevedo, Cervantes, y de los que no se cortan un pelo.
Con mala baba a veces y muy pulcro otras, Don Camilo batalla con la pluma para mostrar la decadencia del artisteo español. Nunca próspero y siempre decadente.
Leerlo me ha devuelto la risa con boca abierta mientras leía. Me he divertido y he sido feliz por una hora mientras leía. Ha sido un viaje, corto, aunque he soñado. Y esto, queridos amigos, es maravilloso.

El día a día en un café madrileño que reúne a un joven de provincias, los típicos amigos que juegan la partida, el pesado chistocillo de turno y las mujeres que no falten para adornar el local y la vista. Muy de la época de los 50 en un Madrid de cafés y tertulia pero con una narrativa rancia y desabrida 

Una novela que, desafortunadamente, no logró cumplir con mis expectativas. No me ha aportado nada, no sé qué nos ha querido contar el autor, ni que moraleja deja. 

De mis lecturas trato de ver y resaltar siempre lo positivo, lo que más me haya gustado o hecho reflexionar, en este caso me voy de vacío, una pena

“A la gente no se le quitan las ganas de comer ni el afán de pasarse la vida dando consejos al prójimo” ~ Café de artistas de Camilo José Cela.

¡Madre mía del amor hermoso! Que alguien me diga cuál era el objetivo de Camilo José Cela en esta breve novela. Por un lado me ha parecido que quería compadecerse de ese joven de provincias, desangelado, que emigra a la capital con el fin de hacerse famoso. Pero, por otro, me ha parecido que quería burlarse de él por pretender abarcar mucho sin saber nada solo con el fin de a ver dónde le sonaba la flauta.

El libro narra lo que sucede en un café, en el que se reúnen artistas. Aquí, pintores, escritores, poetas dan rienda suelta a sus conocimientos, o más bien alardean de ellos. Y en el medio, un joven de provincias que quiere lograr el éxito aun no sabe muy como. Allí, en el medio de todos estos artistas, se enamora de una mujer bastante mayor y es todo un enredo que no sabría explicar más a fondo porque ni yo misma, como os digo, me he enterado bien de qué iba este sinsentido.

Es un libro cortito, que nos presenta escenas de varias personas que frecuentan un café madrileño. al estar ambientado en 1940, a través de sus diálogos podemos observar las consecuencias de la Guerra Civil, así como sus frustraciones y ambiciones como artistas. En sí, son historias de personajes que no llegan a ningún fin concreto, no hay apenas nudos y desenlaces, solo una descripción de su día a día mostrando el fluir de la vida misma.