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¿Existe las realidades o universos paralelos? ¿Podría existir “otros yo” en alguno de ellos?,¿Podrían los sueños abrirte la puerta a esas realidades alterativas? Esta es la base sobre la que la autora crea toda la historia de esta novela que mezcla ciencia-ficción, suspense, romance y un pequeño punto de erotismo. Escrita en tercera persona, con una prosa sencilla fácil de leer y capítulos cortos en los que se va cambiando de personaje, alterna la trama principal con otras que la complementan. El hilo conductor gira en torno a un inspector de policía, Antonio, que intenta descubrir que se esconde tras una desaparición en la que una testigo, María, se encuentra en coma tras sufrir un accidente. No pudiendo hablar con ella y sintiendo una irresistiblemente atracción por ella, recurre a Rocío, terapeuta y amiga de nuestra protagonista. Las conversaciones entre ambos unidas a algunos sucesos extraños, los lleva a dejar de lado toda lógica para acabar investigando el mundo de los sueños y la posibilidad de que existan mundos paralelos. Pese a que la novela engloba diferentes géneros literarios y que además alterna entre nuestra realidad y otra realidad alternativa, a la vez que va jugando con algunos flashbacks que nos aportan más datos sobre lo que esta sucediendo, tengo que decir que, en ningún momento me ha resultado una lectura pesada o en la que me haya sentido perdida. La autora sitúa cada capítulo perfectamente en el espacio y tiempo. La lectura es bastante ágil, ya que juega con los saltos entre presente y pasado en cada capítulo, lo que hace que quieras seguir leyendo para saber que va a suceder a continuación. En cuanto a los personajes diría que están bastante bien definidos. Para mí, el peso de toda la trama recae en tres personajes, de todos los que aparecen en la novela. María, una mujer que se infravalorar, no se siente a gusto con ella misma, lo que la lleva a una depresión. Le cuesta dar el paso de pedir ayuda psicológica, hasta que empieza a tener dudas de lo que es real y lo que no. Antonio, esta “casado” con su trabajo y cuando nuestra protagonista irrumpe en su vida siente que hay algo que le une a ella, quiere saber todo de su vida, protegerla... Tendrá que olvidarse de la lógica y abrir su mente si quiere descubrir que está sucediendo. Su otro yo, Antonius, es el “malo” de la historia. Un personaje controlador, despótico y dominante con cierta tendencia hacia el bondage. Eso hace que ejerza un control muy fuerte sobre María cuya personalidad es más débil. Lo que no ha terminado de convencerme ha sido la parte romántica, pese a que en el contexto más o menos funciona. Ese amor a primera vista de, ver a una persona y te enamoras perdidamente no me parece muy creíble, al menos para mí. En cambio, sí me ha resultado interesante ese universo paralelo. Una realidad totalmente tecnológica, en la que se elimina la parte que nos hace humanos: las emociones y los sentimientos. En cuanto al final es un final abierto, cosa que a mí tampoco me gusta demasiado. Imagino que en este caso es porque la autora tiene en mente una segunda parte donde seguirá adentrándose en el mundo de los sueños y los viajes entre esos universos paralelos. |
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