Una primorosa historia sobre los perros-guía con marco de fondo la ciudad de la eterna primavera, París. Zidal es un ingeniero bioquímico y astrofísico que fue adoptado de niño por una escritora francesa y que desgraciadamente le ha ido muy mal en sus relaciones amorosas, a tal grado que su última pareja, le robó las patentes en las que con tanto ahínco trabajaba y de la noche a la mañana se vío en la calle. Sú medio de susbsistencia era ser dependiente de un puesto de Macarons en el Aeropuerto de Orly. Un día Alice, una chica invidente y su perro-guía, Jules, viajan a la ciudad de Niza porque ella se someterá a una operación novedosa que le devolverá la vista. Sucede un incidente donde prohíben la entrada de Jules al avión y lo meten en una jaula. Es donde Zidal interviene y consigue que le liberen. Surge aquí una bonita historia entre Alice, Zidal y Jules. Alice recupera la vista, por lo tanto tiene que prescindir de la ayuda de Jules y el can es devuelto y reenviado a otro invidente que lo maltrata. El perro huye y busca a Zidal. Es una historia muy amena y nos sumerge en el mundo de los perros-guía. Éstos son meticulosamente entrenados para ayudar, para auxiliar, para servir y proteger tanto a personas invidentes, parapléjicos, epilépticos, personas con enfermedades raras, etc.... Pero qué pasa cuando la persona a la que auxilias ya no le necesita? El perro se siente desplazado, deprimido. La narración va muy fluida, a dos narradores, Zidal y Alice, el primero siente un flechazo a primera vista por ella, y ella tiene que superar un hecho traumático de su pasado y romper su relación con su actual pareja, Fred. Y por supuesto Jules, quien actúa como una especie de cupido en esta complicada relación. Para las personas que aman a los perros, entenderán y se conmoverán con esta preciosa y amena historia. + Leer más |