Sapphira y la joven esclava

Sapphira y la joven esclava, 1940
Willa Cather
@editorial_impedimenta
Traducción de Alicia Frieyro

Basten las hermosas y delicadas palabras de su pluma como presentación de su última novela.

Willa Cather regresó en su testamento literario a los paisajes de su niñez, retratando ese viejo sur que se resiste, entre apacible e implacable, a los cambios que mediado el siglo XIX estallarían en el enfrentamiento que cambiaría para siempre la historia del país.

Pero en Back Creek, Sapphira Colbert sigue aferrada a las viejas costumbres y maneja con astucia sus tierras y sus esclavos.

Rodeada de inolvidables personajes femeninos, Saphy, la vieja matriarca se obsesiona con la joven y hermosa esclava Nancy hasta extremos insostenibles que provocan una drástica decisión de la hija rebelde de Saphira.

Maravillosa Willa Cather ❤️

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Sapphira pertenece a una familia acomodada, sin embargo, cuando tuvo la oportunidad, eligió casarse con un hombre humilde y vivir en una zona rural alejada de todo lo que conocía. Ahora, no duerme en el lecho con su esposo que, aunque siente un gran cariño por ella, no comparte sus ideas conservadoras. Sapphira es una de las pocas matriarcas que, con mano dura, posee demasiados esclavos negros a ojos de la sociedad. Rachel, la hija de ambos, más cerca de ideas liberales y progresistas, se ha alejado de esta vida de comodidades y ha preferido vivir de manera austera, criando a sus hijas sola y ayudando a los necesitados. No obstante, las relaciones de Sapphira con sus esclavos son complejas y desiguales; mientras visita y lo da todo por la más anciana, al igual que respeta en lo más profundo a su doncella Till, es fría y tirana con su hija, Nancy, la bella mulata de piel amarilla. Cuando se entera de que Henry, su marido, solo quiere que sea Nancy quien limpie su lugar de trabajo y descanso, Sapphira entrará en cólera, descargando toda su ira sobre Nancy.

La novela, no solo trata el proceso de abolición de la esclavitud en Estados Unidos, sino otros tantos temas igualmente complejos y duros. En su búsqueda por dañar a Nancy, Sapphira permite que esta sea acosada sin descanso por un familiar de su marido. En su desesperación, Nancy está dispuesta a dejarlo todo, con tal de no sufrir las consecuencias de ser atrapada por dicho canalla. No os voy a mentir, es duro de leer. Willa Cather, con su espléndida narrativa y sus bellas descripciones, es capaz de meterte hasta lo más hondo de la historia y sentir el sufrimiento de sus personajes. Leerla despacio, a sorbitos, es lo ideal para disfrutarla, pero imposible. Una vez te atrapa, no hay manera de salir de entre sus páginas. Necesitas saber qué pasará a continuación, qué le ocurre a Nancy. Y, a pesar de la frialdad de Sapphira, consigues empatizar con ella, ahogarte en la monotonía de sus días, en su lucha por mantenerse fuerte y autoritaria.

Leí esta novela en abril y fue, sin duda, una lectura que me caló muy dentro y, aunque no trate temas bonitos, es una lectura que se disfruta muchísimo. Sin duda, volveré a sumergirme en alguna otra historia de Willa Cather. ¡Qué bonito descubrimiento!

En Black Creek Saphira y Henry Colbert son los propietarios de la Granja del Molino.

Saphira es una mujer severa, caprichosa y con mucho temperamento, uno de los pocos propietarios de esclavos de la zona que dirige la propiedad duramente desde su silla de ruedas, mientras que Henry, trabajador, transigente y tolerante se dedica a llevar el molino y a intentar entender la práctica de la esclavitud,sin conseguirlo pero sin enfrentarse a Saphira.
Tienen una hija, Rachel, viuda, con dos hijas, una triste posición económica y un relación compleja con su madre.

Aunque el tema de la esclavitud es duro no está tratado con crudeza. Aunque habla de esclavitud y deseo de libertad no detalla ni las condiciones ni el maltrato físico que recibían por parte de los amos. Aquí nos muestra otros aspectos como los celos, la venganza o que la crueldad no está solo en el látigo.

Así, Saphira cuya mano derecha es Till ve con asombro como la hija de esta, Nancy, parece tener una relación especial con su marido. Y es entonces cuando aparecen los celos y el deseo de vengarse y la vida de Nancy que había sido de cierto privilegio en la casa pasa a convertirse poco a poco y de manera sutil en una vida insoportable.

Leer a Willa es conocer a unos personajes, algunos inolvidables, que muestran la dureza de la vida, de la esclavitud,de la enfermedad, de la soledad... Y que muestran la complejidad de la naturaleza humana y las contradicciones internas que todos tenemos.

Leer a Willa es viajar al Sur de EEUU de mediados del siglo XIX. Un Sur en el que la esclavitud todavía está presente, un Sur agrario y precario que se contrapone al Norte industrializado y floreciente y un Sur en el que se luchaba por la libertad.

Leer a Willa es ver la crítica a las diferentes clases sociales, a la moralidad, a la falta de humanidad, al abuso y a las cuestiones raciales.

Leer a Willa es ver los paisajes, oler las flores y sentir el paso de las estaciones.

Leer a Willa es leer sobre ejemplos de esperanza y de dignidad, es un refugio para el alma y es un acierto seguro.

Imprescindible Willa.

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