Una novela que me ha maravillado por su simpleza, porque pese a su brevedad tiene el contenido justo sin irse por las ramas ni dejarte con ganas de más. Todo el misterio comienza cuando Antonio recibe un email imposible. Pertenece a su padre, pero éste ha fallecido. ¿Quién está entonces tratando de contactarlo, y qué misterios conoce que él no? Siguiendo una serie de pistas cada vez más inquietantes y confusas, nos adentraremos en los secretos que le han sido ocultados y un misterio familiar que te impedirá dejar de leer. Todo ello, además, aderezado con una serie de crípticos jeroglíficos en los que los libros cobran especial protagonismo, así como el amor a la lectura. Una novela metaliteraria que hará las delicias de los amantes del thriller sin llegar a ser tan compleja como para requerir de todo su ingenio. Ligera pero bien hecha. Como debe ser. |