Con esto y un bizcocho

Conocemos a Mariana, quien ha tenido un grave accidente de tráfico, en el que ha perdido la vida un acompañante, Samuel. Mariana se siente culpable por el accidente. Esto hace que le lleguen recuerdos de cuando era algo más joven, un pasado en el también perdió a seres queridos. Sin embargo, el accidente le lleva a recordar a Lárzaro, con quien tuvo una breve historia y que ya no está.
Para recuperarse del accidente y llevar mejor la rehabilitación. Mariana vuelve a su hogar, a Vigo, donde está su famila. Su padre, Sergio, y sus hermanos: Enrique, Pilar y Francisco, todos mayores que ella. Su madre, ya no está, aunque la tiene siempre muy presente. Poco a poco, Mariana irá recuperándose de su accidente gracias a la rehabilitación y a las sesiones con su psicólogo.

La novela consta de 51 capítulos muy cortitos y de un epílogo. Salpicado de diálogos. Todo ello hace que la lectura sea rapidísima y se vayan pasando las hojas sin que te des cuenta.

Ambientada en Vigo, la ciudad natal de la autora, paseamos por sus calles, con las descripciones justas.

En cuanto a los personajes, todos están bastante bien definidos, teniendo todos su propia voz con su diferentes formas de hablar y sus expresiones. Hay muchos a destacar, ya que aunque Mariana es la protagonista, existen otros personajes de su familia que pueden hacerle sombra perfectamente, por lo que no considero que Mariana sea la protagonista como tal, sino más bien su familia y su entorno. Voy a destacar sólo a dos, aunque todos me han gustado mucho.
Mariana, una chica joven que estudió derecho y que está haciendo las prácticas en un prestigioso bufete de abogados. Luchadora desde muy joven, pero arrastra ciertos miedos y traumas del pasado.
Sergio, padre de Mariana. Un luchador nato, con un gran corazón y gran experiencia de vida. Vivió una maravillosa historia de amor con su mujer y se desvive por sus hijos.

Una novela que está narrada en tercera persona en un momento presente de la vida de Mariana y que nos lleva en determinados instantes y pasajes de su vida a modo de feed back.

"Con esto y un bizcocho" es una novela que lleva al lectora más allá de sus personajes haciendo que, de pronto, paremos la lectura para recordar a nuestros seres queridos, especialmente a los que ya no están y que en ocasiones tanto echamos de menos. Un libro que comienza de forma muy lineal y más pausada, con un ritmo narrativo más lento, pero sin decaer. Para coger fuerza hacia la mitad y precipitarse en un final abierto, a gusto del lector.
Poco a poco el lector va conociendo a los personajes y encariñándose con ellos, hasta el punto de sentirse uno más de la familia Nogueira.
Y es que esta novela, va calando despacio, haciendo sentir y reflexionar al lector sobre diferentes temas de la vida. La forma tan diferente que tienen las personas de sobrellevar la ida de un ser querido. Unas prefieren olvidar, porque recordar les duele, sin embargo, otras prefieren recordar porque esas personas, para ellos, siguen vivas en sus recuerdos, aunque les duela saber que ya no están, las recuerdan con una sonrisa. Y es que al principio, los recuerdos duelen, pero con el tiempo, paulatinamente, el dolor va dejando paso al amor y el cariño y aquellos recuerdos felices. de ello deriva también la importancia del duelo, de poderse despedir de una forma u otra de esa persona que se ha ido para poderla dejar marchar y que no nos duela tanto.
La forma de vivir sin rencor, dejar atrás ese resentimiento para vivir más feliz, perdonando la ofensa recibida y no dejando que eso vaya a más hasta convertirse en odio.
El hecho de ponerse metas para superarse en la vida, pero metas realistas, con las cuales sigamos teniendo los pies en la tierra.
Una novela que habla del amor en todas sus formas: el amor a la pareja, el amor entre padres e hijos, entre hermanos e incluso, el amor incondicional de una mascota.
Una novela, que aún siendo la primera de la autora, con sus cositas, está escrita con un leguaje sencillo, es de lectura ágil, con unos personajes enternecedores a los que se les coge mucho cariño, llevando al lector en volandas a través de una banda sonora, hasta un final abierto a gusto del lector. Pero... ¿Podría decirse que demasiado abierto? Quizá en un futuro volvamos a saber de los Nogueria. Ya que perfectamente da pie a una segunda parte.
Enlace: https://laventanadelira-lira..

“HAY LIBROS QUE NARRAN DE FORMA SENCILLA Y NATURAL LA VIDA. SIN ASPAVIENTOS, SIN DOBLES TIRABUZONES LITERARIOS. CUANDO AUN ASÍ LOGRAN EMOCIONARTE, SOBRAN LAS PALABRAS”

Con esto y un bizcocho es más que una frase recurrente, más que el título de un libro. Es mucho más que una historia sencilla que gota a gota, página a página va dejando el poso suficiente para que llegado el momento uno se dé cuenta de que cualquiera podría ser el protagonista de la trama y es entonces cuando la reflexión viene a nosotros provocada por una historia muy bien contada y que te va arropando capítulo a capítulo.

Sus personajes, con sus defectos y sus virtudes calan pronto. Tienen unas circunstancias personales que hacen que nos pongamos de su parte casi al instante de conocerlos. Son humanos y desprenden cierto halo entrañable que es una una baza más para disfrutar de ellos. Son actores principales en el drama diario de vencer la adversidad con la que la vida te pone a prueba, y aunque en algunos momentos la tristeza puede parecer que lo inunde todo, la autora utiliza las herramientas necesarias para que por diferentes rincones de esa ciudad de Vigo, convertida en un actor más de la novela,se filtren los rayos de luz que dan esperanza a las diferentes historias de esta, en cierto modo, novela coral.

Me gustan los libros que tienen distintas lecturas y este no se salva de ellas, pero siempre en positivo. El poder del amor, la suerte del apoyo de una familia, la amistad siempre cómplice, la esperanza en el mañana, la figura paterna, el dolor y la superación por una perdida, el recuerdo eterno a los seres queridos, los reencuentros, las casualidades mágicas, la fuerza del poder de la superación, etc.

Una lectura considerada “feelgood”, pero que a mi me gusta catalogarla como una lectura necesaria para aprender de la experiencia que te dan lo que le sucede a sus personajes. Una historia real para comprender que el pasado es necesario, pero que es más útil mirar con intensidad al presente y al futuro.

Es una novela que tiene un comienzo fuerte y que después se van presentando al resto de personajes. El personaje que lo centra todo es Mariana y su accidente de tráfico, con él se despiertan viejas heridas que complican su recuperación.
Una vez que sale del hospital, su padre, Sergio, se la lleva a la casa familiar, en la que ya solo vive él. Pero con “la niña” en casa después de tal susto, los demás miembros de la familia hacen acto de presencia, Francisco, Enrique y Pilar van entrando poco a poco en juego dentro de la novela.
Conocemos también a los familiares más cercanos, a las amigas de Mariana y a otros personajes que tendrán mucho que ver con la recuperación de Mariana.
Una de las partes más importantes del libro y que dan nombre al mismo son las sesiones que tiene con su psicólogo en el que tratan ese tema del pasado que se ha despertado desde el accidente y que no la deja avanzar en su recuperación. Por ahí descubrimos los sentimientos de Mariana y que sucedió con Lázaro, que es la gran incógnita de la novela.

La novela se desarrolla de forma tranquila pero con ritmo. Los capítulos son cortos y el narrador es omnisciente pero centrándose en el personaje principal de la acción para descubrir sus pensamientos y sentimientos. Por momentos puede parecer un batiburrillo de situaciones y personajes, pero a medida que los vas conociendo todo se vuelve familiar. Hay un suceso que puede llegar a ser obvio si lo lees con atención. Pero como es una trama secundaria y hacia el final, no genera demasiadas molestias.
Con todo y más, no me hubiese importado leer más sobre esta caótica familia.

Tenía pendiente hace mucho tiempo la lectura de la primera novela de Amara Castro y por fin llegó su momento, y aunque me gustó más “El tiempo suficiente” tengo que reconocer que este libro también me ha gustado.

La novela narra la historia de Mariana, que tras un accidente de coche, donde muere su amigo Samuel, vuelve a su casa en Vigo para recuperarse de sus lesiones, rodeada de su familia y amigos. El problema es que esta muerte trae a Mariana el recuerdo de otra por la que se siente culpable, la de Lázaro, un amigo que acabó suicidándose.

Poco a poco conoceremos a la familia de Mariana, a su padre Sergio, viudo de Olga, a la que siempre tienen presente, a sus hermanos mayores, Enrique, Pilar y Francisco y a sus amigas más íntimas. Entre todos y la ayuda de un psicólogo que tras cada fin de sesión se despide de ella con un “Con esto y un bizcocho…” intentarán que Mariana se recupere, mientras paseamos por las calles más conocidas de Vigo.

La novela es como un cuento en el que sabes que todo acabará más que bien, donde el dolor y la tristeza que pesa tanto al principio va abriendo poco a poco espacio a la luz. Una historia de prosa sencilla y ágil, que nos habla de lo importante que es apoyarse en la familia en momentos complicados sin olvidar a quienes ya no están, que nos habla del duelo, de la culpa, de dejar atrás el pasado, de soltar lo que nos hace daño para poder permitirnos seguir adelante y ser felices y también de saber perdonar.

Quizás no todas las familias sean tan “guais” como la de este libro (ojalá todas fueran así) y quizás resulten todos demasiado perfectos, hasta el perro o la cocinera, pero ¡qué caray! es una novela y a veces me encanta que las historias acaben tan estupendamente como esta y para esta época es una lectura que pega fenomenal.

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Mariana tras un grave accidente regresa a su Vigo natal junto a su familia para recuperarse. Ella se siente culpable de las desdichas de su vida y su padre Sergio la llevará al prestigioso psicólogo Dr Morales mientras que a la vez asistirá a sus sesiones de rehabilitación con su fisioterapeuta Nuno.
Lo que ella no hubiese imaginado nunca es que el amor estuviese esperándola a la vuelta de la esquina.

La familia Nogueira al completo me han cautivado, tanto Sergio que vive por y para sus hijos tras la muerte de su mujer cómo Mariana, una chica elocuente y divertida que siente una gran culpabilidad tras las pérdidas que ha sufrido y tendrá que retomar las riendas de su vida.

Es una novela feelgood cálida y reconfortante con unos valores muy importantes y una pluma fresca y sencilla que engancha desde el principio con una buena dosis de humor.
Conoceremos una historia muy familiar que gira en torno a Mariana pero a la vez conoceremos la historia de los demás personajes.

Transmite unos lazos familiares muy arraigados que siempre te van a tender una mano cuándo la necesites y ésa ternura con unos personajes tan entrañables que te hacen SENTIR todo tipo de emociones.
Te invitan a valorar ésos pequeños momentos que hacen grandes historias y ya que el pasado no lo podemos cambiar, vamos a disfrutar de los pequeños placeres que nos brinda la vida siempre con una sonrisa.

Quiero hacer una mención especial al epílogo, ha sido el broche perfecto para el cierre de la historia y me ha cautivado ❤