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Me he leído todos los libros de este escritor y cómo no, tras el lanzamiento de su último libro las ganas que tenía de leerlo eran enormes. La verdad es que la temática que sigue el autor es básicamente la misma, y aunque no es obligatorio leerse el anterior para leer este libro, sí que es recomendable ya que digamos tiene en parte connotaciones del anterior libro, aunque como ya he dicho, no es necesario, pues no vas a perder el hilo. Todo comienza de nuevo con Miren Triggs como protagonista junto con su antiguo profesor de periodismo Jim Schmoer. El hallazgo de una chica encontrada en modo de crucifixión y tras la aparición de una foto extraña, en el acto de la firma de sus libros de una chica que desapareció hace 9 años, de Gina Pebbles, de nuevo se ve Miren Triggs obligada a saber la verdad sobre qué es lo que le ha pasado a la chica y donde se encuentra Gina. En su trayectoria se encontrará con numerosos personajes sospechosos y con un colegio religioso un tanto extraño que le hace dudar de todo lo que le rodea. Tras una serie de acontecimientos y tras la aparición de una nota en su coche, de los que se hacen llamar los Cuervos de Dios, se adentra en un peligroso juego que le esclarecerá mucho de lo ocurrido. Aparte de Allison Hernández que aparece en extrañas circunstancias crucificada, investigará también la misteriosa desaparición de Gina, la cual desaparece en extrañas circunstancias cuando se dirigía a la casa de su novio. Se bajó junto a su hermano del autobús del colegio y nada mas se ha sabido de ella. Tengo que confesar que es un libro que me ha gustado mucho, está muy bien hilado y el misterio se mantiene en vilo hasta el final, donde nada te hace presagiar realmente lo que ha podido ocurrir y quien o quienes son los causantes de tal desaparición y de la muerte de Allison Hernández. Y tengo que confesar también que en varios capítulos se me ha puesto la piel de gallina, y pocos libros lo han conseguido hasta ahora. ¡Os lo recomiendo ciegamente! |
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