El juego del alma

Todos los errores tienen un principio, pero no un final.

No hay hilo invisible más resistente que el que une a una persona con otra que le hizo daño.

Todos tenemos demonios dentro, y es difícil encontrar a alguien que conozca los nuestros, los entiende y los sepa apagar

Al dolor no le importa si lo esperas o no, si lo viste hace poco o hace años que no sabes de él. Se presenta en tu puerta aunque no quieras visitas.

Al dolor no le importa si lo esperas o no

Pero una sensación extraña sobrevolaba aquel sobre, como si fuese acompañado de la melodía de un final trágico.

La vida va de jugad a un juego del que no conocemos las reglas.

Para qué quiere la gente tener ojos, si muchos serán siempre incapaces de ver.

Cada uno camina en su propio infierno y pocos se arriesgan para apagar el de los demás.

Las vidas imaginadas suelen destrozar a uno por dentro, porque siempre están llenas de los mejores momentos que no sucedieron.