El día que se perdió la cordura

Es un libro que empieza bien, pero que acaba siendo un completo desastre. Giros de guion sin ningún tipo de sentido, diálogos absurdos, personajes insulsos…
Ya intenté leer otro libro del autor y veo que sigue siempre la misma estructura: saltos en el tiempo, que sí, sin duda te hacen querer seguir leyendo la novela, pero que a mitad de la novela se desinfla y la trama hace aguas por todas partes.

Como indica el propio libro, el autor con este libro “perdió la cordura”. Empieza la primera página contándonos: una persona (Jacob) con una cabeza en sus manos en medio de la calle; así de entrada, sin preámbulos, piensas jod…esto promete, he encontrado al sucesor de Stephen King… pero poco a poco, como un azucarillo en el café, se va diluyendo.
Es interesante, la narración en diferentes períodos, aunque te hace concentrarte más. La trama está bien planteada, con buenos giros que te engancha y hacen leer más hojas, de capítulos cortos, mucho dialogo, lectura sencilla y rápida, aunque repetitiva. A cada problema da una solución, aunque muchas veces inverosímil, o por continuas casualidades rocambolescas, poco creíbles.
En resumen, tiene mucho talento este autor, pero falta curtirse más, habrá que ver cómo evoluciona porque tiene madera, esperamos que vuelva la cordura a sus próximos relatos.

La novela me atrapó desde el primer momento y me tuvo en vilo los tres días que me duró. Me decidí a leerla enseguida por la controversia y las diferentes opiniones que suscitó en su día pues la tenía en mi lista de lecturas detrás de otras muchas. Me gustó pero... es una novela rara, bastante rara.

Empieza bien, te haces un lío con los diferentes tiempos de la narración, sobre todo con los 5 o 6 días de diciembre en los que transcurre parte de la acción. La redacción no está muy afinada, el lenguaje es sencillo y llano, se lee fácilmente y enseguida se abren diversos frentes con diferentes personajes que te cuesta ubicar, cosa que se arregla a medida que vas leyendo y descubriendo retazos del argumento. A medida que te adentras en la historia la cosa se va complicando, y de qué manera... Una trama rebuscada que cuesta de creer, pero que le proporciona una acción trepidante a la novela y te mantiene en vilo leyendo más y más para desentrañar todos los misterios que se te presentan y que logras resolver a medias al final de la novela.

Cuando terminé de leer me quedé... no diré decepcionada pero casi, el final no resolvía todos frentes que el autor había abierto, muchos flecos se quedaban en el aire y no les podías dar una explicación razonable. Algunos de estos inconvenientes me los aclaró el propio autor al final cuando explica al lector cómo escribió la historia y el porqué de algunas referencias.

Al buscar en su bibliografía me di cuenta de que su segunda novela es una continuación de la primera y ya la tengo preparada para empezar a leer, espero que resuelva la incertidumbre que me dejó el final.

¿Te recomiendo su lectura? Pues no sé qué decirte... Yo me lo he pasado bien leyéndola, el suspense y la tensión los tienes asegurados, pero debes afrontar la lectura como un buen pasatiempo, sin querer analizar demasiado las diferentes situaciones con las que te vas encontrando, dejando que el relato fluya sin cuestionar nada, no le quieras buscar los tres pies al gato... Si te decides y la lees, lo más seguro será que quieras leer enseguida la continuación, como me ha pasado a mí.

Mantiene la intriga de la primera a la última página… Fuera de polémicas si es una historia más o menos lógica, mejor o peor argumentada, con escritura más o menos acertada yo me quedo con el buen rato que me ha hecho pasar estos tres días de lectura… ¿Lo recomendaría? Sin duda… Deseando empezar la segunda parte.

Que un libro te atrape en la primera hoja no es raro, pero que logre mantener tu atención página tras página, es algo sorprendente.

Javier Castillo con este este libro, logró que no pudiera despegar los ojos de las páginas hasta el final. Con capítulos cortos, saltos en el tiempo y personajes con mil facetas.

Un libro con muchos giros y sorpresas, que te mantiene en vilo todo el tiempo.

“El día que se perdió la cordura”, es una historia que está contada a tres tiempos y en la que hay como nexo la localidad de Salt Lake, es ahí donde confluyen las historias que se van entrelazando de una manera inimaginable.

Aunque empieza con grandes expectativas se van diluyendo a lo largo de la historia, para acabar siendo una sucesión de hechos sin sentido con un final que, aunque deseado por lo pesado que se me estaba haciendo, defrauda y deja un regusto de pérdida de tiempo. Intenta transmitir una locura, que más bien es absurdo en una historia que no acaba de encuadrar en ningún género; no es novela negra, ni fantástica. Prescindible.

Muchos me vais a matar, pero para mi ha sido el peor libro que he leído en lo que llevo este año. No me ha gustado la narrativa y pienso que se ha profundizado poco en los personajes, me han parecido "frios". Perdí el interés ya en el segundo capítulo y no lo abandoné porque casi nunca lo hago con ningún libro. Creo que no me va a merecer la pena leer la segunda parte.

Primer libro y único que leo de este autor. No me ha gustado nada, la trama es un lío de narices con tanto salto en el tiempo sin sentido, los personajes son aburridos, llanos y sin personalidad, me ha sido imposible conectar con ellos. En cuanto a la calidad de narración me dicen que lo ha escrito un niño de primaria y me lo creo.

Primer libro que leo de Javier Castillo y, sinceramente, ha sido brutal y espectacular.
La manera en la que te atrapa el autor desde el primer capítulo es impresionante.
El libro está compuesto por capítulos cortos (alguno de tan solo un par de páginas) pero escritos con la genialidad de mantener la tensión y la intriga, dando giros brutales a la historia que te hace querer seguir leyendo sin parar.
Un libro que recomiendo 100%. Si aún no lo has leído no lo dejes escapar.

El día que se perdió la cordura tiene una secuela con El día que se perdió el amor (2018). Está en discusión hacer una serie para la TV.

Me prestaron el libro y fue con gran curiosidad que empecé a leer este « thriller romántico »(cf artículo de Sara Navas en El País, en marzo 2020). El aspecto positivo es que esta novela fue leída por más de medio millón de personas, lo que habrá estimulado el afán de leer a muchos. Lo importante es que la gente lea, después, hay para todos los gustos.

A mi esta lectura no me gustó nada. Admito que el embalaje es acertado con una novela ágil con capítulos ultra cortos, muy a la manera de los norteamericanos que saben escribir los libros casi listos para el script TV o cine.

Los saltos temporales entre 1996 y 2013, incesantes, eran perturbadores en la lógica de la historia. Y la historia en si no tiene ninguna lógica y muchas incongruencias, tantas, que no voy a fastidiar con una enumeración.

Consiento que resulte una lectura entretenida porque está escrita para avanzar en el caso, aunque no se llega a ninguna parte.

¿Un thriller romántico ? Por Dios, con un pobre veinteañero paseándose desnudo con una cabeza en un saco plástico…El final de la novela es lo que peor me ha parecido porque nada queda claro. Es posible que la secuela esclarezca algunas cosas, pero no la leeré.
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