El día que se perdió la cordura

El día que se perdió la cordura cuenta la historia de Jacob, un hombre que se pasea con la cabeza decapitada de una mujer.

La novela empieza con su detención y su internamiento en el hospital psiquiátrico y cuando la agente de policía Stella Hydes y el doctor Jenkins empiezan a interrogarle. Sin embargo, Jacob tiene una petición; solo quiere que le interrogue Stella.

Y mientras Stella y Jacob juegan al gato y ratón el director Jenkins recibe un paquete que hará que cambie por completo su visión en el caso, haciendo que se involucre muchísimo más.

Lo que más me ha gustado ha sido la tensión constante y el estar perdida todo el rato porque no tenía ni idea de por dónde iba a ir la historia. Jacob siempre está repitiendo que deben esperar para saber toda la verdad y eso me ponía un poco nerviosa, sinceramente.

Los capítulos son cortos, ágiles y muy adictivos. Todos están narrados en tercera persona y siguiendo uno a uno a los protagonistas de la historia, menos un personaje que está en primera.

El final me ha gustado mucho porque se ha resuelto casi todo, y menos mal que tengo la segunda parte para poder seguir leyendo. Además, la resolución me ha dejado un poco descolocada porque no lo vi venir.

En resumen, El día que se perdió la cordura es una novela con mucho misterio, muchas incógnitas. Con capítulos ágiles y adictivos. Con un final que deja con muchas ganas de seguir leyendo y descubrirlo todo.