El teorema de Júpiter

Es la primera vez que leo algo de Elena Castillo y la verdad que vaya sorpresa me he llevado con su estilo de escritura. Me ha encantado.

Utiliza palabras sencillas con las que logra transmitirnos un montón de sensaciones y emociones. Unas veces nos sacará una sonrisa y otras veces nos desgarrará el corazón.

En esta historia conoceremos a Malia y Landon.

Malia Tullis siempre ha sido una chica alegre y feliz. Siempre que podía acompañaba a su madre en su trabajo repartiendo flores por todas las casas. le encantaban las flores, cada una era un mundo lleno de color. Pero ese día era especial. Hoy tenían que organizar un invernadero y jamás había visto la furgoneta tan llena de flores. Parecía que en el maletero escondiesen el mismísimo arcoíris.

Malia iba preparando y colocando todo mientras su madre intentaba aparcar el coche. de repente, se da cuenta de que un niño de cabello dorado y ojos azules la observa desde lejos apuntándola con un tirachinas. Lo que ella desconocía entonces, es que ese sería el momento que marcaría sus vidas para siempre.

Landon Frazier siempre ha sido un chico muy activo y gamberro. Desde pequeño no paraba de montar travesuras por todos lados, hasta que un día la conoció a ella, a Malia. Cada vez que escuchaba el ruido tan singular de ese cascabel, no podía evitar que sus ojos apuntaran directamente hacia ella y a esas trenzas tan características que siempre llevaba como peinado.

Era alguien especial y él lo sabía. Desde el momento en que sus miradas se cruzaron algo surgió muy dentro de él. Lo que no sabía es que esa amistad muy pronto se convertiría en un sentimiento más fuerte, amor.

¿Qué pasará con nuestros protagonistas?

Hasta aquí os puedo contar para saber más tendréis que leer la historia completa.

La historia me ha encantado. Me ha recordado mucho a las sensaciones que tuve cuando hace unas semanas leí “Todo lo que nunca fuimos” de Alice Kellen.
Es una de esas lecturas tan bonitas en las que saboreas todos los momentos, disfrutando cada palabra y cada sentimiento.

La narración que utiliza Elena también es perfecta ya que la primera persona le da al libro muchísima personalidad y realismo haciéndonos la historia más cercana.

A lo largo de las hojas viviremos la lectura desde el punto de vista de Malia y de Landon, viendo poco a poco como van creciendo y cambiando con el paso de las hojas. Hasta llegarnos a encontrarnos con unos personajes completamente distintos a los que conocemos en un principio.

El romance entre nuestros protagonistas tampoco se quedará corto. Podremos observar como su amor va creciendo desde que son unos niños, unidos por una gran amistad, hasta que son mayores y sus corazones no dejan de latir el uno por el otro.

Creo que la autora logra captar, perfectamente, el significado del amor en la historia. Transmitiéndonoslo como un sentimiento fuerte, libre, con el que nos sentimos capaces de luchar contra todo.

En el caso de nuestros protagonistas se trata de una lucha contra los prejuicios debido a la diferencia que existe entre sus familias y sus mundos. Y a pesar de ello, veremos que no dejarán de luchar y seguir adelante por estar juntos.

Me ha encantado notar ese paso del tiempo y el cambio de verlo todo de una manera más inocente y simple, como niños, a verlo de una manera más compleja y profunda, como adultos. La manera que Elena tiene de describirlo todo me ha encantado es sencilla, a la vez que profunda. Y lo más importante, no aburre para nada, sino al contrario, te sientes engancha, muchísimo.

Un detalle super original que me ha encantado, sin duda, ha sido que al principio de cada capítulo podíamos encontrar una pequeña frase de alguna película o algún autor a modo de enseñanza. Hay algunas que me eran totalmente desconocidas y otras que me ha gustado ver representadas en los capítulos.

También quiero destacar el gran trabajo que ha hecho la autora documentándose sobre la cultura creek. Me ha parecido muy interesante conocer las costumbres y la cultura de esta tribu india. Gracias al personaje de Malia logras sentirte parte de la comunidad de una manera tan cercana. Es como si los conocieras de toda vida.

Los personajes me han encantado. Me han parecido, reales e intensos. Unos se han desarrollado más que otros. Pero a pesar de ello, cada uno logra tener una personalidad que lo hace único destacando sobre los demás.

Malia es una chica alegre, feliz y despreocupada. Durante toda la historia veremos que su forma de ver el mundo no es la misma que la de la gente normal. Ella es uno con la naturaleza. Gracias a su amor por Landon descubrirá una parte de ella que hasta ahora le era totalmente desconocida. La única pega que le pondría e este personaje es lo indecisa que es durante todo el libro. Ha habido momentos donde me daban ganas de tirarla de los pelos, ja ja.

Landon es un chico decidido, luchador y dulce. Desde pequeño ha estado enamorado de Malia y con el paso de la hojas veremos cómo este sentimiento se va haciendo cada vez más fuerte. Este personaje me ha encantado ya que las cosas que hace por Malia me parecen demasiado dulces y bonitas.

El resto de personajes solo los veremos muy por encima. A pesar de ello, nos sacarán más de una sonrisa y nos dejarán un buen recuerdo.

Hace nada me entere que existe un libro anterior en el que se cuenta la historia de amor de dos de los personajes de esta historia. Deciros que yo no he notado que se hablase de nada que no entendiera. Por lo que entiendo que la historia se puede leer de manera independiente hayamos o no leído el primer libro.

Lo que si os digo, desde ya, es que después de lo que me ha gustado “el teorema de jupiter” me tengo que leer “la probabilidad del unicornio” sí o sí. Me muero de la curiosidad

El Teorema de Júpiter nos cuenta la historia de Malia Tullis y Landon Frazier. Ella es una joven creek que vive junto con su familia en una reserva Atmore cerca de Abbeville y ayuda a su madre en su floristería con ruedas. Él es un joven que pertenece a una de las familias más conocidas de Abbeville y además, es el quarterback del pueblo.
Se conocieron cuando eran pequeños y entre ellos se fraguo una bonita amistad, las circunstancias hicieron que se separaran pero nada impidió que años después se reencontraran y se dejaran llevar por todos los sentimientos que crecieron en todos estos años.

Malia ha regresado al pueblo después de pasar bastante tiempo en la reserva junto con su padre y Mamá Tawana. Ahora vive con su madre y le presta su ayuda en la floristería que ha creado debajo de donde residen. Malia va empezar el nuevo curso escolar en el pueblo donde no conoce a nadie, pero sabe que se encontrará con Landon al que no ha visto desde hace un par de años. Landon ha pasado el verano fuera de Abbeville, lo que menos se esperaba era que en su primer día de clases se reencontraría con viaje amiga. Malia y Landon se pondrán al día sobre sus vidas y el tiempo compartido, hará que los sentimientos florezcan con más intensidad y les descubrirá que a pesar de la distancia y el tiempo trascurrido su amor es tan fuerte que años después sigue presente y ha llegado el instante de dejarse llevar por él.



El libro está narrado por los protagonistas: Landon Frazier y Malia Tullis, esto hace que vivamos en primera persona todo lo que van sintiendo. Nos encontramos con una historia de 352 páginas con 45 capítulos y un epílogo, la novela está divida en tres partes y abarca desde el primer instante que se conocen y como continua su historia con el paso de los años. Los capítulos son de una longitud perfecta y además, al tener dos narradores esto agiliza la novela y te mantiene más pegado a la historia. Es una novela que engloba varios temas, no sé centra solo en la historia de amor de ellos sino que nos habla de los prejuicios, la familia, la lucha por encontrar nuestro camino y la importancia escucharnos a nosotros mismos, entre otras cosas. En cuanto a los protagonistas, son muy diferentes pero se complementan a la perfección. Vienen de mundos distintos pero cuando sus universos orbitan en la misma dirección no pueden evitar dejarse llevar por sus sentimientos.

Malia. Nuestra protagonista femenina es un alma libre, real, risueña y tiene una personalidad única que logra atraparte. La naturaleza es algo vital en su vida, necesita sentirse en contacto con ella para encontrar el equilibro perfecto y así, ser ella misma. Es un personaje que me ha encantado, cuando la conocí en la otra historia me trasmito tanta paz que necesitaba conocer su historia. Y este libro, ha terminado por robarme el corazón por lo especial y natural que es.

Landon. Nuestro protagonista masculino es divertido, sociable, cariñoso y luchador. La relación con sus padres, sobre todo, con su madre está un tanto deteriorada y eso lo lleva sufrir, y no comprender los actos de esta. Es un personaje que si antes me había gustado ahora ya me tiene totalmente ganada, me encanta su forma de ser y como lucha con todas sus fuerzas por lo que quiere sin importarle las opiniones de los demás. La pareja que forma con Malia, no me ha podido enamorar más 😍

Otros personajes que aparecen son: Vera Gillis y Ben Helms, me ha encantado reencontrarme con ellos porque su historia es mi preferida de la autora. Ver desde otro punto de vista como comenzaron, es algo que he disfrutado muchísimo.

Por último, me ha encantado esta historia porque Landon y Malia son unos personajes que se cuelan en el corazón por su autenticidad, carisma y por lo reales que son 😍 La ambientación de la novela es sublime, ha sido un verdadero placer sumergirme en la cultura de los creeks y descubrir sus costumbres y rituales. Es el tercer libro de la autora que leo, me ha encantado y se ha convertido en uno de mis favoritos, aunque a Ben y Vera les guardo un cariño muy especial y a día de hoy, siguen siendo mi libro favorito de la autora 😍 Es un libro con el que me he emocionado un montón, tiene instantes tan bonitos y otros tan duros que es imposible que no te caiga alguna que otra lágrima, Elena sabe muy bien cómo sacarte grandes sonrisas pero también, tenerte con los sentimientos a flor de piel. Bueno, el final, no existe mejor otro para la novela porque se ve la esencia de los protagonistas en él, es tan esplendido como son ellos. Antes de terminar, este libro se puede leer de manera independiente, no es necesario leerse antes La Probabilidad del Unicornio, ya que justo la historia de Landon y Malia empieza antes que la de Ben y Vera. Eso sí, os recomiendo que os leáis ambas novelas porque os conquistaran.



El Teorema de Júpiter es un historia de amor que nos enseña que el tiempo y la distancia no impide que los sentimientos crezcan, cuando el amor es fuerte nada ni nadie puede con él. Una novela donde luchar y encontrar el camino hacia la felicidad es algo esencial. Un libro emocionante, divertido y puro.

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El Teorema de Júpiter es la primera novela que leo de Elena Castillo, una historia dulce, entrañable y con un romance de esos que se cuecen a fuego lento desde la infancia, de esos que te hacen suspirar y querer saber más conforme pasas las páginas y los personajes se van haciendo mayores, enfrentando todo tipo de inconvenientes y dificultades para que ese amor siga fresco como el primer día. Es una novela que recomiendo si os gusta este tipo de historias.

El Teorema de Júpiter nos cuenta la historia de Malia, una creek, y Landon, un chico que vive en una casa de familia acomodada el pueblo de Abbeville, y donde Malia y su madre acuden regularmente a hacer trabajos de floristería y cuidar el invernadero de la madre de Landon. Y así es como Landon y Malia se conocen a la temprana edad de 8 y 7 años, respectivamente, y empiezan a hacerse amigos, a disfrutar de la compañía del otro, a conocerse y a forjar una linda amistad. Poco a poco saltaremos en el tiempo con nuestros protagonistas, viendo cómo en el transcurso de los años esa amistad se va transformando en sentimientos más profundos, hasta el momento en el que Malia ingresa en el instituto de Landon y ésta empieza a darse cuenta de que pertenecen a mundos distintos. Juntos tendrán que ir superando las inseguridades, los diferentes obstáculos que el destino les pone en el camino pero, sobre todo, tendrán que superar el paso del tiempo... ¿Lo conseguirán?

Esta novela nos trae un romance adolescente de los que gustan y bien lejos quedan del instalove. Landon y Malia se conocen de pequeños y, con el tiempo, van creando una bonita amistad y una complicidad que va más allá de las apariencias. Ambos provienen de mundos diferentes y ese será uno de los gran baches a superar de cara no sólo a la amistad, sino al amor, haciendo frente a familiares y amigos, y haciéndoles ver que son el uno para el otro y que la procedencia nada de importancia tiene en todo ello.

Malia es una joven nativa que vive en la reserva de su tribu y se dedica a ayudar a su madre en la floristería, aunque su verdadera pasión es aprender de Mamá Tawana el arte de la curación de su tribu. Es un espíritu libre, aire, como se describe ella, y esa actitud será otro problema a resolver en la relación con Landon.
Landon, por otro lado, vive a tres horas del pueblo de Malia, es quarterback del equipo de fútbol de su instituto y en un año será a estudiar medicina a la universidad de Duke. Es un chico atento, sincero y educado, dispuesto a luchas por Malia y llegar a comprenderla y darle ese espacio que necesita para ser feliz. Es un chico que, por amor, está dispuesto a todo, a sacrificarse y a luchar por lo que de verdad importa, haciendo oídos sordos a la opinión de los demás.
También tenemos a otros personajes como los padres de Landon y Malia, las hermanas de Landon; Ben, el mejor amigo de Landon, etc., y todos ellos tienen su grado de importancia en la historia. Malia y Landon maduran con el paso del tiempo, aprendiendo de los errores, luchando por lo que sienten, pero todos esos personajes secundarios tienen parte de implicación en esa evolución y también destacan por su crecimiento personal, haciendo que cobren sentido en cada tramo de la historia. Destaco en especial a la madre de Landon en este aspecto, una mujer inicialmente clasista, estirada y con opiniones muy estrictas y anticuadas que, con el tiempo, logra ver más allá y entender que todos somos iguales y nos merecemos el mismo trato y reconocimiento.

La pluma de Elena Castillo es sencilla y directa, con una narración bastante fluida y cercana que te transmite perfectamente los sentimientos de los personajes. Eres capaz de sentir sus inquietudes, sus miedos y alegrías, los problemas por la diferencia de clase social o raciales a las que se enfrentan... Es principalmente una historia de amor pero también tiene su trasfondo moral y de reflexión en cuanto a la discriminación racial y social, en este caso, en la que Malia se ha visto sumida durante toda su vida. Es una historia que transmite muchas emociones y desarrolla un romance a fuego lento, con altibajos y dificultades que se prolongan a lo largo de varios años, pero también es un canto a la tolerancia y a la igualdad en todos los ámbitos de nuestra vida.

En resumen, 'El Teorema de Júpiter' es principalmente una historia de amor adolescente entre dos jóvenes de mundos diferentes, pero también tiene su trasfondo moral y de reflexión en cuanto a la discriminación racial y social en la que Malia se ha visto sumida durante toda su vida. Es una historia que transmite muchas emociones y desarrolla un romance a fuego lento, con altibajos y dificultades que se prolongan a lo largo de varios años, pero también es un canto a la tolerancia y la igualdad en todos los ámbitos de nuestra vida.

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Hoy os traigo una nueva reseña romántica, más bien clasificada en el género New Adult. Se trata de El Teorema de Júpiter, escrito por Elena Castillo y publicado por Titania. A Elena tuve el placer de leerla con su libro Saltaré las Olas, el cual me gustó mucho en gran parte por su magnífica ambientación en Irlanda. Cuando vi que publicaba nuevo libro, tuve muchas ganas de conocer su nueva historia y me dispuse a leerlo. Aquí van mis conclusiones.

Landon es un descendiente de los primeros colonos de Abbeville, en Alabama. Malia, por otro lado, es una creek que vive en la reserva de Atmore. Ambos se conocerán de niños y nosotros, los lectores, seremos testigos de su amor a lo largo de los años.

En primer lugar, quiero comentaros un poco acerca de los creeks, que es de donde procede Malia y su familia:

"Los muscogui, muskogui​ o creek son una nación amerindia ubicada en el sureste de los EE. UU. Su lengua, llamada maskoki, pertenece al grupo lingüístico de las lenguas muskogui. En los siglos XVII y XVIII formaron con otras tribus (entre ellas los seminolas) la llamada Unión de los Creek.

Los miembros de ésta vivieron en la mayor parte de los actuales estados de Georgia y Alabama. Los creeks fueron considerados entre las Cinco Tribus Civilizadas (Five Civilized Tribes en inglés), término aplicado a cinco naciones indígenas del actual sur de los Estados Unidos, incluyendo los cheroqui, los chickasaw, los choctaw y los seminola, considerados "civilizados" por los colonos europeos durante el periodo colonial y federal temprano porque habían adoptado muchas costumbres occidentales (incluyendo la posesión de plantaciones y esclavos) y habían tenido en general buenas relaciones con sus vecinos."

Con la Ley de Expulsión de Indios del presidente Andrew Jackson en 1830, la mayoría de los creeks fueron expulsados de su territorio en Georgia al llamado Territorio Indio (hoy Oklahoma)".

En este contexto, Malia vive en una reserva cerca de donde vive Landon, cuyo padre es un descendiente de los primeros colonos de la zona. Se conocen de niños, justo cuando ambos están pasando un mal momento en sus vidas, y su amistad les marcará para siempre. Por cosas de la vida, cada uno sigue su camino y viven sus vidas hasta que se reencuentran años después en el instituto. Pero las cosas han cambiado y mucho. Ahora Landon es el chico más popular y el quarterback del equipo de fútbol y Malia es "la nueva" que se junta con los "frikis" y menos populares del instituto.

Esta es la premisa de la novela, una historia de amistad, superación y sobre todo, de amor. En primer lugar quiero comentaros lo que sí me ha gustado. Me ha parecido una historia muy cuqui y tierna, ya que a los protagonistas los conocemos desde niños y asistimos a los momentos más importantes de su vida y como los afrontan juntos. Que ella sea una creek y que él tenga un status mucho más elevado da mucho juego a la historia porque le da ese toque de amor prohibido. El gran problema que he tenido es que esta historia no me ha llegado a decir gran cosa. Ojo, esto no quiere decir que el libro sea malo. Simplemente, no he sentido casi nada y eso es debido a que este género no es mi género, soy muy crítica con él y , para que me guste, tiene que tener una historia de amor pasional y emocionante, cosas que no he encontrado en este libro.

Nuestros dos protagonistas me han gustado mucho de niños. Pero cuando crecen... no he llegado a empatizar con ninguno de los dos. Landon, especialmente, me ha caído bastante mal y no me ha gustado nada su comportamiento. Malia me ha gustado un poco más pero su exceso de drama me ponía nerviosa. al final, me era indiferente lo que les pasaba a estos dos, si se quedaba juntos o no, y cuando todo el libro va justamente de eso... pues algo va mal. Es más, me han gustado más algunos personajes secundarios, con eso os lo digo todo. La historia de amor no me dicho nada y he echado en falta mucha más emoción. No se... me he aburrido, hay partes que se me han hecho muy pesadas. Lo mejor de todo es que la pluma de Elena es preciosa, escribe verdaderamente bien y eso salva en gran parte el libro.

En definitiva, El Teorema de Júpiter no ha sido un libro para mi. Pero si os gustan las historias de amor adorables y tiernas, este es vuestro libro.
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Empecé el libro con unas ganas inmensas, pues en La probabilidad del unicornio ya se hablaba un poco de esta pareja, pero al no ser los protagonistas muchas cosas se contaban por encima, por lo que cada vez que se hablaba de algo de ellos quería más. Así que este libro me ha dado todo lo que he necesitado de esta pareja tan curiosa. Antes, debo decir que me ha gustado que todo estuviera bien hilado entre esta historia y el otro libro, pues tenía miedo que alguna cosa se la sacaran de la manga y no tuviera nada que ver. Aún así, este libro se puede leer independientemente sin leer el otro, o viceversa.

Ha sido un libro en el cual me he enganchado casi sin dame cuenta, con el que he disfrutado en cada página y cada capítulo. Obviamente ya sabía cual iba a ser su final, pero ver el proceso desde que se conocen hasta que eso sucede me ha encantado, pues su relación es complicada básicamente porque son de dos mundos diferentes y su relación no termina de ser aceptada por sus familiares. A parte, ellos son jóvenes, y a medida que avanza la trama cometen sus errores, lo que dé más tensión e intriga a la novela y saber cómo acabará todo.

Pero, sin duda El teorema de Júpiter es un libro de amor, de mucho amor, de estar leyéndolo y sentirte junto a los protagonistas como si estuvieses en una nube. Por eso cuando sucede algo malo entre ellos, una discusión, una diferencia o lo que sea, se me rompía el corazón en dos, porque quería aceptar los pensamientos de ambos, pues ambos tenían razón pero a la vez no, y no sabía que pensar de cada uno y como iban a arreglarlo, aunque no voy a negar que a veces me molestaba que siempre fuese Landon el que lo arreglará, aunque en la mayoría de veces fuese él el que la liaba.

Por otro lado, entre estas páginas también se habla de amistad. Cuando leí La probabilidad del unicornio pensé que el grupo de amigos que conocía Vera era eso, un grupo de amigos desde hacía tiempo. Pero al leer este libro me he dado cuenta que no, que es un grupo que se ha ido formando con el tiempo, en el que no todos son íntimos, pero aun así se ayudan entre ellos. Además, junto a este libro he podido entender porque en el otro Ally siempre estaba con Vera y en cambio Malia y Kallen estaban más siempre juntas.

Otro tema importante de la trama es la familia. En este libro se habla mucho de ellos, pues los protagonistas no forman parte del mismo mundo, por lo que a lo largo de él vemos como sus familiares no aceptan esa relación, ni muchas otras cosas que hacen. Pues desde ambas partes la familia quiere que siga con el legado de ellos y que no lo cambien.

Como veis ha sido un libro que me ha encantado, además he podido descubrir algunas cosas más de otros personajes como de Kallen, de Ally, de Lisa y de los familiares. Pero sobre todo de Ben, el cual me enamoro en el otro libro, y en este ha aumentado.

Sobre los personajes no puedo estar más que encantada. Me ha gustado que siguieran siendo tan reales y tan cercanos.

Malia es una chica nativa de la reserva de Atmore. Ella es aire, libre, le encanta la naturaleza y vive para su tribu y su familia. No le gusta sentirse enjaulada y quiere volar. Ella es diferente a cualquier chica del instituto de Abbeville por lo que cuando deciden sus padre que debe dejar el de la reserva e ir al del pueblo, ella es la novedad y todas las miradas van para ella, pero ella solo siente una la de Landon.

Landon es un chico que ha crecido bajo la supervisión de sus padres, tiene el apellido Frazier y no puede defraudar. Es guapo, uno de los mejores jugadores del equipo, todos quieren ser su amigos y todas quieren ser sus novias. Por lo que en cuanto se vuelve a encontrar con Malia y además en su instituto todo cambia.

En resumen, El Teorema de Júpiter ha sido totalmente lo que me esperaba pero mejorado. Aunque sabía cual iba a ser su final, me ha encantado seguir el proceso de la mano de ambos personajes. Me he enamorado de ellos y a la vez he sufrido a su lado. Sin duda este libro ha conseguido que me reconcilia con la autora y quiera seguir leyendo sus historias.
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