Dieciocho meses y un día

Encontré esta novela de segunda mano por casualidad y me gustó mucho su sinopsis, así que me la llevé para leer en el coche cuando fuimos a Madrid a buscar ¡por fin! al "estudiante" y cuando regresamos a casa ya la había terminado. Me resultó una novela entretenida, muy fácil de leer y con una interesante intriga, la verdad.

Sabina Lamer sufre agorafobia y lleva confinada en su casa año y medio después de sufrir dos "golpes" en su vida. Primero perdió a Lola, su mejor amiga, que fue asesinada ante sus ojos por el exmarido de esta y solo vive pensando en el momento en que lo condenen por asesinato y lo metan entre rejas. Y poco después, Roberto, su pareja, tuvo un terrible accidente con graves consecuencias y ahora en lugar del hombre que ella conocía parece un niño al que hay que atender constantemente.

Sabina cree que será capaz de poner de nuevo un pie en la calle cuando el asesino sea sentenciado, pero cuando queda en libertad ante la falta concluyente de pruebas y sobre todo por el testimonio de su nueva pareja, a Sabina se podría decir que se le cruzan los cables y lo único que desea es vengarse, hacer pagar a ese hombre el castigo que merece por haber asesinado a Lola. El problema, claro está, es que sin poder salir de casa la cosa se complica y mucho además.

Por supuesto Sabina, tiene contacto con el exterior gracias a varias personas: Lucas su marchante (que me ha gustado un montón), Griselda, la cuidadora que se ocupa de Roberto y vive con él en el piso debajo del de Sabina y Dimitri, un chico que viene cada día a sacar al perro de Sabina y de vez en cuando... también se acuesta con ella, pero con quien más habla es con ella misma ¡madre mía! quizás demasiado pero claro hay que ponerse en su piel. Viviendo sola y año y medio sin salir de casa... pues normal. La verdad es que Sabina ha conseguido contagiarme sus ganas de "venganza" y por eso su reacción al final me ha dejado un poco descolocada. En cuanto al final del libro reconozco que me ha dado algo de rabia. No es que quede abierto a una segunda parte, más bien a queda abierto a que decidas tú el final. Yo lo tengo claro, pero me gustan más los finales cerrados, para qué mentir.

Como os decía es un libro que me ha gustado, aborda el tema de los malos tratos o la agorafobia de una forma que se hace muy fácil de leer. Me ha gustado el estilo de la autora y en cuanto he tenido oportunidad me he comprado otro de sus libros.
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No sé muy bien que decir sobre este libro...la verdad que lees la sinopsis y dices que buena pinta!! Y la historia está bien escrita, bien narrada, y es de esas que quieres leer para saber que pasará... hay puntos que se me ha hecho algo lenta, y el final no me ha gustado...no me gusta nada ese tipo de finales y por eso tiene tres estrellas. No quiero decir que sea un mal libro porque esta autora la acabo de conocer y me ha fascinado la manera de escribir.

Esta ha sido la primera vez que he leído una novela de la autora Paz Castelló, que ha llegado a mi estantería gracias a la recomendación de mi amigo Fransy (del blog Las lecturas de Fransy).


Se trata de una novela de suspense, corta y sencilla de leer, en la que la trama está bastante bien hilada y nos vamos a encontrar con algún giro que nos puede llegar a sorprender.


¿Pero de qué va toda esta historia? Pues como resumen corto y sin los temidos spoilers, podemos decir que se trata de una mujer que padece agorafobia desde que presenció cómo mataban a su mejor amiga en la calle, y ahora busca venganza. Pero claro, ¿cómo puede una persona asesinar a otra sin salir de su casa? Aquí necesitará disponer Sabina Cifuentes, nuestra excéntrica protagonista, disponer de todo su ingenio e imaginación para así poder llevar a cabo su idea de justicia sin ser descubierta.

Como es lógico, esta historia transcurre alrededor de la vida actual de Sabina Cifuentes, una prestigiosa pintora de Peñíscola que se hace llamar Sabina Lamer artísticamente. Es una mujer algo excéntrica y egoísta, que irá evolucionando a lo largo de la historia, convirtiéndose en una persona más cariñosa, cercana y con la que resulta más sencillo empatizar.
Resulta ser, además, un personaje bastante divertido y realista, no es una mujer "de revista" ni pretende ser un personaje idealizado. Aquí, Paz Castelló nos muestra a una mujer con todas sus aristas y defectos, una mujer que intenta superar un trauma y que se encuentra totalmente encerrada en sí misma y su forzada rutina.

Pero hay también un personaje que quiero destacar en esta reseña, debido a su carisma, su naturalidad y ser esa figura que acompaña a la protagonista, dando agilidad y diversión a la historia: Lucas, el mejor amigo de Sabina y dueño de la galería en la que se exponen los cuadros de ésta.
Es un hombre mayor que ella, con ese toque excéntrico y ligeramente inmaduro, que dará frescura a esta novela y algún momento cómico, liberando así un poco la tensión que rodea la venganza de Sabina.

En Dieciocho meses y un día vamos a encontrar una historia entretenida, que engancha y que es sencilla de leer, pero que a la vez nos puede hacer pensar en aquello que seríamos capaces de hacer por aquellos a los que amamos. Se trata de una historia en la que los límites de lo ético y lo correcto están ligeramente desdibujados. Una historia con personajes diversos y carismáticos con los que podemos empatizar y sentir que podrían formar parte de nuestro propio bloque de vecinos.

Es, en definitiva, una historia fresca que podemos leer en cualquier momento para desconectar, con la que podemos engancharnos y disfrutar de esa compañía que los libros saben ofrecer.

Sabina Lamer es una prestigiosa pintora de cuarenta y cinco años afincada en Peñíscola desde los diecinueve. La conocemos cuando su vida se ha convertido en un auténtico infierno. En cuestión de unos meses perdió a dos de las personas más importantes de su vida: Lola, su mejor amiga, fue asesinada ante sus ojos por un motorista al que, a pesar de llevar un casco, reconoció como Eugenio, el exmarido de esta. Poco después, Roberto, su pareja, sufrió un grave accidente cuyas secuelas le hacen comportarse como si fuese un niño. Dos situaciones límites que han desembocado en una agorafobia. Son ya dieciocho meses los que lleva recluida en su ático.

Sabina ha llegado a un punto bloqueo, vive en soledad y completamente obsesionada con lo que ocurrió a su amiga. Sus visitas son contadas: Lucas, su marchante; Roberto, que más que acompañar, necesita sus cuidados y algún otro que descubriréis por vosotros mismos. Es incapaz de poner un pie fuera de su domicilio y a la vez tampoco puede seguir adelante con su vida hasta que se haga justicia; una justicia que para ella pasa porque el asesino de Lola sea declarado culpable y encerrado entre rejas. Pero el sistema judicial español tiene muchas grietas, y Eugenio, que estaba en vías de separación de Lola, tiene una nueva pareja dispuesta a testificar que el día de los hechos se encontraba con ella. Saldrá absuelto. Y a partir de ese momento Sabina se dedica a fraguar un plan para acabar con él.

Dos temas muy delicados y de máxima actualidad son los elegidos por Castelló para montar su historia. de una parte, una de las peores lacras de nuestra sociedad: la violencia de género, un tema que está muy bien abordado y en la que tanto en el personaje que lo sufre, una mujer tan imbuida en una espiral de desprecio y maltrato psicológico que trata de tapar y justificar la realidad que tiene ante sus propios ojos disfrazándola de normalidad, como aquellos que la rodean quedan muy bien dibujados: ese no meterse en la vida del otro, el saber y mirar en otra dirección, el no querer buscarse problemas hacen que hoy Sabina se replantee tantas cosas, sienta tanto dolor y tanta impotencia... de otra, el tema de las fobias sociales. En este caso se va a tratar la agorafobia, un trastorno de ansiedad que lleva a sufrir crisis de pánico o un temor intenso en los espacios abiertos o públicos, especialmente cuando hay aglomeraciones.

Y justamente con esta parte de la trama, la que atañe a esa mujer afectada, he tenido sensaciones encontradas: me ha gustado como ha tratado la autora la forma en la que la familia ve la enfermedad, una enfermedad que hace que el enfermo no sea comprendido o se le reste importancia a este problema. Sin embargo, en la figura de Sabina me ha faltado un personaje un poco más trabajado: tan solo hay una escena en la que queda evidencia de ese terror que tiene al exterior, pero me ha faltado tensión narrativa y sentir esa angustia en su día a día, que me ha parecido más una obsesión que cualquier otra patología. También existe en este texto una crítica feroz a las redes sociales, un subtrama que me ha parecido interesante y en la que se muestra la impunidad con la que se pueden mover los usuarios amparados en el anonimato que les proporciona la red.

De los demás personajes mencionaría especialmente a Roberto, alguien que, aun con esa mente infantil tras su accidente, ha protagonizado algún episodio junto a la protagonista que me ha despertado muchísima ternura. O Dimitri, un joven con el que Sabina mantiene sexo ocasional a través del que la autora nos dibuja situaciones en las que la falta de afecto nos hace aferrarnos a relaciones insustanciales. Me ha gustado especialmente la relación con Silvia, su hermana, un secundario que experimenta una buena evolución a lo largo de la historia y que me ha parecido muy de carne y hueso.

En resumen, Dieciocho meses y un día es una novela entretenida, que aborda temas de máxima actualidad de forma muy valiente. Una novela con una prosa sencilla, ritmo variable y algún que otro giro sorprendente en el que he echado de menos cierta atmósfera asfixiante de la mano de su protagonista.
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¿Como es la línea que separa la justicia de la venganza? Para Sabina está claro que su venganza es la mejor justicia que puede haber para la muerte de su amiga Lola. Cuando el juez absuelve al presunto asesino de Lola comienza una obsesiva intención de poner las cosas en el sitio que corresponden, siempre a ojos de Sabina.
Podría parecer leyendo la sinopsis que la novela nos va a enclaustrar entre las cuatro paredes en las que se mueve la protagonista, víctima de su agorafobia provocada por la muerte ante sus ojos de su amiga, pero muy al contrario Paz Castelló ha sabido hacer de esas paredes un mundo abierto y luminoso donde se condensa la vida de Sabina. En este espacio se mueven con magistral soltura los personajes secundarios que la acompañan, Lucas, su mejor amigo y marchante de arte, un personaje totalmente entrañable, Dimitri que se encarga de varias cosas, entre las que pasear al perro no es la mas importante y Roberto, su ex amante que ahora tras un accidente es una persona adulta pero con la mente, a ratos, de un niño pequeño. Junto a estos personajes transitan también Dalí y Gala un gran danés y una gata compañeros de vida y rutina de Sabina.
Los malos tratos y la violencia de género, la agorafobia, el sistema judicial con sus trabas, la condena de aquellos que sufren la pérdida de un ser querido y que siempre quedan en segundo plano se mueven en esta historia junto a la lucha por salir adelante, la amistad, la venganza, la angustia e incluso el sexo, de una manera equilibrada y bien dosificada.
Peñíscola y mar siempre están presentes en la novela como un protagonista mas, el mar entra en el ático de sabina por los ventanales, es la constante en sus cuadros y está presente en sus recuerdos cuando antes de su enfermedad disfrutaba de las calas y rincones que Peñíscola ofrece.

La narración es rápida, clara y directa haciendo la lectura muy gratificante, los capítulos no muy largos y eso se agradece para no parar la lectura a medio capítulo. Una historia cargada de sentimientos y con un trasfondo de denuncia social que la hacen recomendable.
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Tenía muchas ganas de empezar este libro por la problemática que trata, me sentía curioso por saber cómo avanzaba la historia y como se llevaría acabo estando Sabina viviendo su vida sin poder salir de casa. Cada planteamiento, pensamiento y detalle de la vida de Sabina me ha gustado mucho y le he disfrutado tanto.
Debo decir que en cuanto avanzaba la historia ya después de varios capítulos sentí que no iba por ningún camino y la vida que llevaba Sabina sería muy repetida sin ningún cambio. Vaya sorpresa la que me he llevado cuando esta autora me ha sorprendido con el planteamiento y la venganza de Sabina para hacer justicia con sus propias manos. Solo imagínenselo.

El sentimiento de venganza crece dentro de Sabina que es imposible de controlarlo, pero el cariño que siente por Lola sabe que haría cualquier cosa que este a su alcance.
No puede creer que su mente se le haya ocurrido semejante idea, podría resultar difícil pero no imposible. Sabina le dará una lección tanto a Amalia por encubrir a un asesino y a Eugenio por quitarle la vida a su mejor amiga.

Dieciocho meses y un día es una novela única y atrapante que narra la historia de un personaje que fue afectado por un suceso trágico desarrollando un trauma que inicia los sentimientos como el dolor, la venganza, la ira y la soledad. Ayudando a entender los problemas en las enfermedades y los sucesos que se llegan a cometer.
Muy recomendable para aquellos lectores que buscan sorprenderse con una lectura. Esta es la indicada.

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Uno de los mejores libros que he leído en toda mi vida. Me ha tenido loquito hasta el final, ya que la forma de escribir de la autora es una pasada, la protagonista he empatizado con ella, la trama es necesaria e interesante, bien llevada. Otros personajes que son muy importantes en la historia, pero además enseñan y dan mensajes los cuáles se han de recalcar.
Sabina es una pintora afincada en Peñíscola, vive encerrada en casa, tiene agorafobia causada por el acontecimiento que marcó su vida: su mejor amiga Lola es asesinada en plena calle por un disparo. Sabina ve los ojos del asesino: el maltratador del marido de Lola. La justicia va lenta,pero cuando se celebra el juicio, se dictamina que Eugenio queda absuelto. Sabina enloquece aún más hasta el punto de hacer justicia ella: por Lola y por más mujeres que mueren así. Todos sus planes los debe hacer desde casa y sin salir ya que no puede.
Es brutal como la autora ha creado un personaje tan complicado, tan enigmático... Paz Castelló utiliza cualquier momento cotidiano y juega con las palabras haciendo metáforas que te sobrecogen.
Tenéis que leer esta gran obra de la literatura española.

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este es otro libro que me he leído esta semana, y como bien dice la sinopsis narra la historia de una famosa pintora Sabina Lamer, que después de ser testigo de la muerte de su mejor amiga, se ve recluida en su casa,  con una fobia que no es muy comprendida por la sociedad. la agorafobia, una rara enfermedad, en la que el exterior le produce pavor, y solo la tranquilidad y seguridad de su casa la logran calmar, lleva 18 meses encerrada, desde que Lola murió en la calle, de la manera más tonta, ambas iban caminando, cuando un hombre intenta robarle el bolso y en el forcejeo termina con una bala en la cabeza, matándola en el acto, lo único que logra ver del asesino son sus ojos, de los cuales Sabina está totalmente segura que son los del marido de Lola, un hombre que se dedica a maltratarla y a destrozarla tanto física como mentalmente. para colmo poco tiempo después de la muerte de su amiga, Roberto, su pareja, tiene un grave accidente y tiene graves secuelas. Ya nunca volverá a ser el mismo, y ella, tampoco. 




¿Tendrá cura esta agorafobia? Sabina cree que sí, que todo esto se calmará cuando este hombre cumpla condena por lo que le ha hecho a su amiga, tiene que pagar y sólo así podrá curarse de su fobia. ¿El problema? que llega el momento del juicio y es declarado inocente, por lo que queda libre y ese pesar que siente no se acabará, necesita venganza, y esa será su motivación, ya no son las ganas de salir y vencer la agorafobia para poder volver a ser ella, son las ganas de vengarse tanto de él como de la novia, que le dio una coartada, esa será su motivación de ahora en adelante.


Mientras piensa como maquinarla, sigue encerrada entre 4 paredes, viene un chico a traerle la compra, que de paso le hace de paseador de perro, y de vez en cuando hace otras cosas en casa, se puede ver como las ganas de sentirse querida, de volver a sentirse deseada a pesar del encierro también le pasan factura, antes no se preocupaba por ello, porque estaba Roberto, ahora que ese romance se ha acabado para siempre, Dimitri entra en escena, devolviéndole algo de vida, y que vuelva a sentir. aunque solo sea por dinero.


Lucas, su fiel amigo, también conocia a Lola, y ambos han estado más unidos que nunca después de ello, él la va a ver a casa, le ayuda en algunas compras e intenta que vuelva a pintar, que vuelva a ser aquella famosa pintora que enamoró a todos con su visión del mar, Lucas aparte de ser su mejor y único amigo es el dueño de la galería donde ella exhibe sus obras.


En pocas páginas se pueden apreciar muchos temas y muy bien tratados para mi gusto, las fobias, con la agorafobia como ejemplo, en el que se ve que no es un tema muy bien aceptado por la sociedad, más que nada porque no se puede entender como alguien le tiene miedo a salir a la calle, se ve como muchos amigos ya no le hablan, y como su propia familia, sus hermanas, no la entienden, Silvia, su hermana mayor, es un gran ejemplo de ello. de como cree que enfadándose con ella, y obligándola a salir ella le hará caso. 


El tema de la violencia de género, como su amiga es víctima de ello, y que Sabina intenta que salga de esa tortura, y lo difícil que es hacer que la víctima se de cuenta de que es una víctima y que necesita ayuda, que no está sola, aunque su maltratador la haya convencido de que es así.

Tras tener la suerte de ser seleccionada, me llegó "Dieciocho meses y un día", una novela de suspense contemporánea que se desarrolla entre cuatro paredes. ¿Y esto no le quita "gracia" al asunto? Me atrevo a decir que no, es más, esta característica hace que este libro tenga un plus, al tener una mayor dificultad narrativa; sin embargo, Paz Castelló consigue salir airosa.

Nos vamos a encontrar con Sabina, de profesión pintora, que se ha encerrado en casa tras el asesinato de su amiga Lola, desarrollando una fuerte agorafobia. Sabina está a la espera de que salga el juicio contra el acusado creyendo que este acontecimiento marcará un punto y aparte para comenzar una nueva vida. Sin salir de su piso, tendrá que apañárselas para todo, incluyendo su plan de venganza o de impartir justicia.
Es aquí donde la historia se pone muy interesante, y sin desvelar nada que pueda arruinaros la trama os digo que la forma de dejarte sorprendida con ese poco "margen de maniobra" es excelente. Situaciones inesperadas en un entorno casi claustrofóbico, el cómo afrontar la muerte de un ser querido, los obstáculos, la sed de venganza... sin olvidar la sorpresa, todo esto está muy presente en esta obra.
El mar es un lienzo que tiene vida y jamás es igual que el instante anterior y nunca se repite. Ninguna ola del mar vuelve a ser la misma en ningún mar del mundo.
La pluma de la autora me ha cautivado desde el primer momento. Paz Castelló nos deleita en esta historia con un lenguaje muy cuidado y expresiones de calidad que hacen un placer leer este libro aún siendo una narración pausada. Esto es algo muy subjetivo, dependerá de los gustos de cada lector, personalmente aunque no aparece acción en este libro, no ha sido nada negativo, sino que he podido disfrutar de la escritura de la autora.
Los capítulos son de extensión media-larga narrados en tercera persona. Existe un equilibro entre narración, descripciones y diálogos, algo que siempre le da más dinamismo a la obra y que hace que no se haga pesada en ningún momento.

Los personajes no son demasiados, casi se pueden contar con los dedos de la mano. Sabina es nuestra protagonista y como secundarios aparecen Lucas -el mejor amigo de Sabina- y Dimitri -el que pasea a su perro. Además de estos dos, veremos algún personaje más que sirven para contextualizar la obra. En definitiva, personajes contados pero bien puestos, que cumplen con su función, sin echar de menos una mayor cantidad ni que sobre ninguno. En cuanto al nivel de desarrollo de los mismos, Sabina será sobre la que más se profundiza llegando a conocerla bien.

Valoración final
Un libro de suspense que se desarrolla en un escenario reducido y que contrario a lo que podemos imaginar, le da un toque de calidad, desenvolviéndose más que bien. Sin duda, lo mejor es la pluma de la autora y la sorpresa final.
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Paz Castelló regresa a nuestras manos tras habernos impactado con “Mi nombre escrito en la puerta de un váter” con una novela que no solo lleva su sello de calidad por su profundidad, sino que trae consigo el Galardón de las Letras del Mediterráneo 2018 otorgado por la Diputación de Castellón, y tras leerla os aseguro que es un premio merecido sin discusión.
Dieciocho meses y un día es más que la suma de días o una marca de tiempo, es una jaula de cristal para nuestra protagonista.
Sabina Lamer es la único testigo del brutal asesinato en plena calle de su mejor amiga Lola en manos de su exmarido, este hecho romperá su vida y extinguirá la de su amiga.
Muchas veces, por desgracia, se habla de la violencia de género, pero pocas veces se profundiza en el dolor emocional y psicológico que sufren las personas que querían a la víctima, por ella poco se puede hacer salvo esperar que la justicia tenga suficientes medios para encerrar al culpable, pero los que quedan sufren cicatrices en el alma difíciles de sanar.
Sabina sufre agorafobia desde el incidente, vive en su loft de poco más de cien metros cuadrados y sobrevive gracias a sus amigos, a su terapeuta que la visita a domicilio y a aquellos que trabajan para ella como el chico de veinticinco años que le pasea al perro y con quien tiene algo más que amistad.
Ella está encerrada no solo entre sus paredes sino en su propio miedo y mente, hecho que no crea, aunque lo pueda parecer, una novela agobiante o claustrofóbica, dado que sus personajes secundarios abren su mundo y el nuestro al exterior.
Paz Castelló no me sorprende al darle el peso de la narración a un personaje femenino, lo que cada vez me sorprende mas es su agilidad narrativa, sus diálogos profundos y como plasma de manera crítica una sociedad marcada por la violencia a la que nos estamos acostumbrando.
Del mismo modo que trata la violencia de género, también hace hincapié en las grietas que existen en el sistema judicial en cuanto, nuestra protagonista, tras esperar el juicio en este el asesino no recibirá lo que merece.
En este momento por la mente de Sabina solo existe una idea y es la de vengar la muerte de amiga, de tomarse la justicia por su mano y entretejerla desde su piso con hilos invisibles. Hay que querer mucho a una persona para llegar a ser capaz de embellecer una venganza.
Umbriel nos presenta una novela con una portada poco común, solo muestra una parte del cuerpo femenino, dejando todo aquello que la identifica escondido tras las sombras. Una mujer capaz de andar pero no de salir de la oscuridad de su dolor y alma.
Una obra que esconde un conocimiento profundo de investigación, muy real y actual. Psicológicamente mueve al lector aliándose con Sabina.
Una novela valiente.

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