La sirena

Kahleen, es una sirena y como tal se dedica a arrebatar vidas de inocentes para alimentar a Oceanía, a quien lleva sirviendo durante 80 años. Pero ella odia esta tarea, y aún se vuelve más complicada cuando conoce a Akinli, un chico encantador que parece ver más allá de su belleza.

Ya he dicho alguna vez que no soy fan de las historias de sirenas y esta historia me lo ha vuelto a confirmar. Para ser justas la historia está bien pero sin más. En esta historia se nos presentan las sirenas con la imagen típica que tenemos de estas criaturas y que se reflejan en algunos cuentos clásicos, mujeres bellas que con su voz embrujan a la gente hasta que se ahogan. Lo único que cambia es que aquí las sirenas tienen como un tiempo de servicio, 100 años y tras ese periodo, vuelven a ser humanas olvidándose de todo lo que han hecho como sirenas. Lo que más me ha llamado la atención del libro es la personalidad de Kahleen, la protagonista. Ella odia la tarea que tiene que hacer para Oceanía, teme el momento en que tiene que volver a cantar, tiene pesadillas que le recuerdan las caras de los que se ha llevado y apenas se relaciona en el mundo de los humanos por miedo a hacerles daño. La verdad es que Kahleen me ha encantado, así como no he podido con el resto de sus hermanas. del resto de personjes destacaría a Akinli que es un amor de chico, así como a su hermano y la novia de este, ya que me parecieron de lo más comprensivos y amables. También mencionaría a Asling, ya que me pareció una chica súper fuerte que fue capaz de guardar un secreto muy importante. Otra cosa que me llamó la atención fue Oceanía, ver el mar como una especie de ente que necesita arrebatar una serie de vidas cada x tiempo para "salvar" al resto me pareció algo escalofriante. En cuanto a la trama romántica me gustó, ya que se desarrolla de una manera muy dulce por parte de los dos implicados aunque me pareció algo apresurada. Lo mismo que el final que podría haber sido más detallado. En definitiva, es una historia que está bien pero le faltan algunos pequeños detalles que hubieran hecho que la historia fuera inolvidable.