La sirena

La sirena es uno de los libros que gané en la maratón de lectura Summerthon, que se llevó adelante en el verano del 2017. Se trata de la primera novela que escribió Kiera Cass y la primera que leo de ella porque no leí La selección, libro por el que todo el mundo la conoce.

La sirena es una novela corta narrada en primera persona por Kahlen que, como el título lo indica, es una sirena. Pero en este libro nos encontramos con un nuevo tipo de sirenas. No tienen cuerpo de pez, sino que son mujeres jóvenes que trabajan para Oceania. Durante cien años no envejecen ni se enferman, comen o duermen si quieren porque no es algo necesario y, de forma periódica, deben cantar para que se produzca un naufragio y así alimentar a Oceania. El libro me pareció original ya que me gusta como la autora le da un nuevo giro a las historias tradicionales de sirenas.

La protagonista no me terminó de convencer. Kahlen me hizo acordar mucho a Edward de la saga Crepúsculo porque se ve a sí misma como un monstruo ya que se siente culpable de la muerte de las personas en los naufragios que provoca. Es chapada a la antigua. Hace como ochenta años que es sirena, pero no se modernizó con el tiempo. Sigue soñando con casarse, que era el mismo sueño que tenía en la década del treinta cuando se transformó en sirena. le gusta vestirse con ropas clásicas y la música de antes. En cambio, sus hermanas, es decir, las otras sirenas que viven con ella (Elizabeth, Miaka y Padma), sí están modernizadas. También tenemos a Aisling que es una sirena solitaria y un poco emo.

Las sirenas que más me gustaron fueron Miaka y Aisling. Miaka es muy comprensiva y Aisling tiene una interesante vida anterior. Otra cosa que no me terminó de convencer fue lo que pasa con Padma y su familia. Hay una venganza de ojo por ojo y diente por diente. El libro da el mensaje de que la justicia por mano propia es algo bueno.

Con respecto a los otros personajes, Oceania es la mar personalizada. Es una especie de entidad, no tiene cuerpo. A veces, es como una madre para las sirenas y, otras veces, es como una jefa o, mejor dicho, una tirana. Akinli es muy querible. Es imposible no enamorarse de él. Es muy tierno y me gusta como trata de comunicarse con Kahlen. Las sirenas no pueden hablar con los humanos porque estos mueren al escuchar sus voces, así que fingen ser mudas.

El libro tiene una visión bastante tradicional de la mujer. Se nota que la escritora es religiosa como Stephenie Meyer. Esta novela es a las historias de sirenas lo que Crepúsculo es a las historias de vampiros. En resumen, la novela me gustó, pero hasta ahí. Me resultó entretenida y creo que si la hubiera leído a los quince años me habría encantado. Es un dulce romance juvenil para leer en el verano, un libro ligero y sin pretensiones literarias.

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