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La historia comienza justo donde se quedo el anterior libro. Seguimos con las cuatro últimas chicas seleccionadas y con las dudas de América. La historia sigue estando narrada en primera persona por América, cosa que sigue sin gustarme. Gran parte de la culpa de que la trama no me termine de convencer es ella, pues su actitud, su forma de ser y su forma de actuar me irritan y sacan de quicio tanto que la lectura se me hace algo pesada a veces. En esta ocasión, aunque se le sigue dando demasiada importancia al amor, los rebeldes cobran mayor interés. Por fin descubrimos que motiva tanto a norteños como a sureños a atacar y la historia se vuelve un poco más peligrosa. Las cosas se precipitan un poco en ese sentido y de golpe la situación se complica mucho fuera de palacio. Esto hace que la historia tenga más interés y dinamismo, puesto que se tratan varios temas y no sólo uno. El ritmo es muy fluido y aunque pasan bastantes cosas en poco tiempo, queda bastante natural todo. Algunas cosas son precipitadas, pero en general todo pasa cuando tiene que pasar. La trama goza de mucha acción. Toda la acción que les falta a los anteriores libros la autora la da en este. Me parece muy acertado y es uno de los motivos por los que me ha parecido el mejor libro de la trilogía. Igualmente, creo que podría haber dado mucho más de sí la historia y que la autora podría haberla desarrollado mucho más y mejor. Pasan muchísimas cosas y al contrario que en los anteriores libros, todo es bastante imprevisible. Algunas cosas se ven venir, pero en general todo te sorprende mucho. Además la trama tiene varios giros argumentales muy buenos. El triángulo amoroso sigue sin gustarme. Me he dado cuenta que sigue como unas pautas: América está segura de que quiere estar con Maxon, pasa algo que hace que se peleen, América vuelve a dudar y entonces aparece Aspen como un salvavidas. Sinceramente esto llega un momento en el que me cansa. Un par de veces está bien, pero que sea la tónica general cansa y se hace repetitivo y aburrido. Hasta el final el amor no me ha gustado mucho, pero reconozco que la forma de desarrollarlo en la última parte del libro me ha convencido bastante. El final me ha gustado mucho. En parte es previsible pero por otro lado, suceden muchas cosas inesperadas. Es un final bastante cerrado y en cierto modo feliz. No todo acaba bien, pero bueno. Hay algunas cosas que se quedan en el aire y que me gustaría que la autora hubiera explicado y desarrollado. Los personajes siguen en su línea, aunque los conocemos un poco más. No profundizare mucho en ellos porque tampoco tengo mucho que decir. América sigue siendo insoportable y su forma de ser tan irritable llega a límites insospechados. Saca a relucir su carácter alguna vez, y eso es lo único positivo que tiene. Maxon me ha enamorado aún más. Sin dudas es el mejor personaje de la trilogía. Dulce, con carácter y sobretodo algo vulnerable, tiene un punto pícaro genial. Aspen ya no es tan machista y vemos en él un cambio a mejor. Ahora es dulce, buen chico e incluso divertido. |
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