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“Querido mío: Vas a encontrarte esta carta dentro de tu diario. Pero no pienses que he violado tu intimidad. Sabes que no lo he hecho. ¿En qué otro sitio podría dejarte una carta de amor? Y quiero escribirte esta noche una carta de amor. Para mí lo eres todo” ~ Quiero escribirte esta noche una carta de amor de Ángeles Caso. El párrafo que encabeza esta reseña y que da título al libro pertenece a una carta de Katherine Mansfield a John Middleton Murry y es una de las que componen esta recopilación de cartas de amor. Tal y como se adelanta en la introducción oficial, algunas de estas cartas se publican por primera vez en España. Pero este libro no se limita única y exclusivamente a recopilar los textos escritos por varias escritoras a los amores de su vida; el libro es también un pequeño homenaje a todas ellas, a su lucha por ser diferentes en un mundo marcado por el patriarcado y que le otorga un papel a la mujer de que se excluye sentir y pensar; es la reivindicación de la igualdad y de la necesidad de, como escribió Virginia Woolf, tener su habitación propia. Para centrarnos en las cartas, Ángeles Caso esboza una pequeña biografía de cada una de estas mujeres, y enlaza su vida con la de sus amantes como paso previo a la publicación de las cartas, creando así el contexto en el que las cartas fueron escritas. “El corazón de una mujer, cuando no es un trozo de hielo o una roca, es algo muy delicado!”, le decía George Sand a Alfred de Musset en una de sus cartas, y este libro quiere hacernos llegar -y entender- al corazón de estas mujeres. El libro está escrito de una forma intachable. A través de sus páginas nos preguntamos qué es el amor y sobre todo nos damos cuenta de cómo la visión que tenemos del amor ha evolucionado a lo largo del tiempo. Si hoy en día recibiésemos insistentes cartas de amor procedentes de una pareja con la que hemos roto o de una persona que siente por nosotros un amor no correspondido, creo que no reaccionaríamos igual que lo hacían hace un siglo. Del libro me han gustado más las reseñas biográficas que las cartas en sí. Además, como en ocasiones estas cartas son respuestas a misivas anteriores, he echado en falta no saber qué les respondían sus amantes. Pero desde luego, lo que sí no puedo negar es que escribir cartas de amor es un acto precioso por cuanto supone vaciar el interior. Cartas de amor que no solo han de ir dirigidas al amante o la pareja; cartas de amor que también se pueden escribir a amigos, a los hijos, a los seres queridos que ya no están, o incluso a nuestro propio yo de un tiempo anterior o posterior. Reconozco que a mi me gusta escribir cartas, porque en todas las cartas siempre hay retazos de ese amor, ¿y a vosotros? |
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