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Cansado de los desfases y el despilfarro de dinero de su hija, el padre de Holly Gibbons la envía al rancho de su tía para trabajar allí durante casi un año, esperando que cuando vuelva a la universidad no todo sean fiestas y gastos. Holly está horrorizada y hará lo imposible para conservar su preciosa manicura. Pero no contaba con Clark Barrett, un trabajador del rancho que la saca de quicio tanto como la atrae. La protagonista de esta historia es Holly, la hija pequeña del dueño de una importante aerolínea, una joven millonaria, pija y caprichosa que no sabe ni cómo hacer una cama. Su dinero siempre le ha dado todo lo que necesita. Sus días son todo diversión, sexo y adulación. Sobra decir que me horroricé al principio de la novela con esta muchacha. Me pareció desagradable y estirada hasta decir basta. No dejaba de repetir que ella no debería rebajarse a esas cosas. Esas cosas siendo poner una cafetera o ponerse unas botas normales en lugar de unas Prada. Hubiese tirado el libro por la ventana. No os voy a decir que acabamos el libro siendo mejores amigas, pero sí me pareció un muy buen personaje y muy bien construido. La autora le da una evolución pausada, trabajada y sin perder su esencia propia. Y esto me gustó mucho, porque Holly tiene una personalidad muy marcada y me pareció esencial que lo conservase. Clark es todo lo contrario a ella. Su madre les abandonó cuando él todavía era adolescente, por lo que tuvo que hacerse cargo de su familia de cuatro hermanos, después de que su padre se diera a la bebida. Es un chico responsable desde los catorce, que ahorra cada centavo, que hace malabares para poder dar de comer a sus hermanos y que puedan estudiar. Sus sueños y deseos no tienen ninguna importancia. Clark me ha parecido un gran personaje, una persona abnegada y trabajadora, que adora a su familia y se esfuerza al máximo con ellos. Pero también es un chico con bastantes prejuicios que le hacían ser alguien que no acababa de gustarme con Holly. Y está lleno de miedos, escondiéndose en su rutina cada día. Su evolución es tan poco a poco y trabajada como la de Holly. Es una novela con mucha variedad de personajes secundarios que son importantes a lo largo de la historia. Con Clark vendrán su hermana y su mejor amigo, que formarán parte del grupo de amistades que hará Holly. Los dos tienen mucho que decir y tengo muchas ganas de saber más de ellos en el futuro. Holly tendrá un hermano mayor que es todo un misterio y que llama mucho la atención. La tía de ella también me encantó por su eterna sonrisa. La historia nos presenta un romance que va evolucionando poco a poco y cociéndose a fuego lento. Ni Clark ni Holly se soportan nada más conocerse. Ella es la típica pija que él odia. Él es un pobretón del pueblo llano que no le pega ni con cola a ella. Sin embargo, ambos se ven sorprendidos por una atracción que ni comprenden ni quieren. La actitud que tenían el uno con el otro al principio no me pareció nada bonita. Me molestaba. Pasar tiempo juntos, hablar y conocerse, irá haciendo que esa atracción vaya creciendo y cambiando, así como la forma en que ven al otro. Esto, junto a una evolución personal que también nace del trabajo y la amistad, serán los puntos fuertes de la novela. Creo que está todo muy bien trabajado y que no se precipita en ningún momento, haciendo que parezca muy real. Lo que sí me ha fallado un poco ha sido el final. Por una parte, me ha sorprendido el giro que toma y que no me esperaba. Va más allá del romance y hay una trama con secretos que me ha parecido muy interesante y que me enganchó mucho. Sin embargo, también me ha parecido que iba muy rápido y que se ha quedado bastante abierto. No lo he sentido como que se resolvía del todo el conflicto. Supongo que seguirá estando en la siguiente novela y que será un peso importante en ella. Pero se me ha quedado bastante superficial e inconcluso. No el romance, que sí queda bien cerrado, ya que tiene pinta de ser una serie y que el siguiente libro irá de una pareja diferente. Aunque también es cierto que así deja con ganas de más y que necesito leer el siguiente libro. La narración es una primera persona por parte de los dos. Esto ha sido bueno y malo para mí. Bueno porque siempre es enriquecedor conocer lo que las dos partes piensan y sienten. Es una novela con mucha evolución personal y me parece fundamental vivir en primera persona el crecimiento de los dos. Es una narración fluida, con un buen ritmo, capítulos cortos y muchos diálogos. Se lee rápido y sin esfuerzo. La parte mala ha sido que el principio se me hizo un poco pesado al no conectar nada con Holly. Estar en su cabeza era agotador y exasperante. Acabé bastante harta de sus soy Holly Gibbons y todo el mundo debería besar el suelo que piso. Y también acabé hasta el moño de Clark y el tono con el que hablaba de Holly en su cabeza. Esto mejora según avanza la novela y ellos van evolucionando, que también indica que la autora ha trabajado bien las voces. Se siente como una contradicción enorme, lo sé, pero fue mi experiencia. Enlace: http://papeldreams.blogspot... |
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