Primer libro de la saga protagonizada por Robert Hunter, un thriller donde los haya. Hunter es un detective de homicidios de Los Ángeles en sus horas más bajas. Ahogado en alcohol, apenas levanta cabeza. al poco de que le adjudiquen un nuevo compañero, un novato, aparece un cadáver que le retrotrae a un pasado que creía superado. Y eso es sólo el comienzo. Un argumento que parece ya usado por otros escritores, pero no os dejéis engañar. Por si la intriga de la persecución de un asesino no fuera suficiente, el autor nos "deleita" con unos crímenes a cuál más creativo, con algún giro de tuerca que te replantea toda la trama. Con todo el libro no resulta gore, aunque alguna de las escenas mejor no imaginarlas. El ritmo es vertiginoso, la historia te atrapa desde el primer segundo y no puedes parar de leer. |