El juego del susurrador

El juego del susurrador es un thriller en el que los personajes principales juegan un papel importante, enredando al lector en la historia y en el rompecabezas que componen los crímenes y sucesos narrados entre las páginas del libro.

En esta obra nos vamos a encontrar con dos personajes clave: Mila y Enigma. Protagonista y antagonista van a jugar a un juego peligroso en el que nada es lo que parece, y la realidad es una ilusión.

Mila es una protagonista diferente. al padecer alexitimia (incapacidad de sentir empatía o emociones) se va a mostrar como una persona fría y con dificultades para entablar relaciones sociales.
Su hija Alice es lo que más le importa, pero no es capaz de sentirse como una buena madre, ya que no logra entablar ese lazo materno-filial hacia ella.
El padre de Alice supone un enigma a resolver, pues se alude a él en numerosas ocasiones y Mila le tiene muy presente, pero no se llega nunca a comprender la naturaleza de su relación ni por qué éste está en coma desde hace diez años.
Pese a ser una persona inteligente y perspicaz, es totalmente imperfecta, oscura y cae en las trampas de Enigma una vez tras otra.

Enigma es todo un misterio. Se trata de un susurrador, lo que implica que su función es la de incitar a otros a exponer su lado mas oscuro y dejarse llevar por su crueldad.
Todo lo que rodea a este personaje es un misterio, y lo que sorprende es que sea capaz de jugar con los agentes sin actuar, valiéndose de cómplices externos.

En cuanto a la trama, debo reconocer que la novela resulta interesante y "engancha", pero hay algunos puntos negativos que entorpecen o ralentizan la lectura, resultando en ocasiones demasiado previsible.

En primer lugar, hay que destacar que esta novela no es independiente, pues se nota que el autor ya ha escrito antes al menos una historia con estos personajes, y sin haberla leído hay detalles que no se terminan de comprender (especialmente de los personajes y sus actitudes).

Los personajes nuevos que van apareciendo conforme se avanza en la historia y que están relacionados con Mila suponen más dudas que respuestas, lo que lía aún más una historia ya de por sí compleja, tal vez de manera innecesaria. Esto ocurre también en capítulos de relleno en los que la trama se hace y deshace sin sentido lógico.

Por último, el modo en el que se trata la "necesidad" de consumir una droga para vivir una experiencia completa me ha resultado inapropiado y frío, como si realmente no fuera peligroso "jugar" con las drogas.

Pero no solo hablaré de los puntos negativos de esta historia, sino que quiero destacar lo que la convierte en una buena lectura que logra entretener al lector.

Resulta muy original el hecho de que, desde el principio, esta novela no sea la caza del asesino, sino una especie de puzzle que resolver, en el que diferentes criminales componen las piezas del todo creado por Enigma.

También es positiva esa forma en la que el autor logra dar un giro a la trama, cuya acción se veía disminuida, para volver a captar la atención del lector y crear situaciones de tensión que enriquecen la historia.

El final, si bien es un poco precipitado, logra sorprender al lector y dejarle con ganas de saber más acerca del futuro de los personajes y de los motivos por los que Enigma ha creado esa red de acontecimientos.

Creo que, valorando todo, he logrado disfrutar de esta novela y seguiré leyendo obras de este autor que ha logrado atraparme entre las páginas de El juego del susurrador.