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El año pasado leí El tribunal de las almas, primera parte de la trilogía protagonizada por el penitenciario Marcus y la fotógrafa forense Sandra Vega, que me dejó totalmente enganchada a la forma de narrar de Carrisi y con unas ganas terribles de seguir haciendo incursiones en su obra; por ello hoy os traigo la reseña de la segunda parte, El cazador de la oscuridad, que me ha gustado tanto o más que el anterior. No sé si será su seña de identidad pero, otras vez más, nos presenta cuatro historias que nada tienen que ver entre sí y que te atrapan desde el principio. Por un lado, tenemos un crimen del que nada ha trascendido a los medios de comunicación ya que en el bosque de El Vaticano han encontrado el cadáver de una monja de clausura con el torso desnudo y los miembros seccionados. Por otro, en la ciudad de Roma se viven momentos de intensa preocupación ya que un asesino en serie ha sembrado el pánico al acabar con varias parejas heterosexuales en parajes apartados, usando siempre el mismo modus operandi y ensañándose especialmente con las mujeres. Sin embargo, alguien trata de proteger al asesino pero ¿quién y qué interés tiene en hacerlo? También conoceremos la historia de Erriaga, un chico filipino de familia desestructurada que asesina a su mejor amigo porque cree que se burlaba de él y que, con el paso del tiempo, llega a conocer los secretos mejor guardados de gente muy poderosa. Cómo tiene acceso a esos datos es algo que tendréis que descubrir vosotros. Y, por último, conocemos el instituto Kropp –más conocido como centro Hamelin- donde eran ingresados los niños que habían cometido algún crimen violento o tenían tentativas homicidas. La función de este centro es más que sorprendente. A simple vista, exceptuando las dos primeras, nada tienen en común estas historias pero, si nos paramos a analizarlas bien, sí que comparten un denominador común: el mal. La lucha entre el bien el mal está muy presente en El cazador de la oscuridad y tanto Marcus como Sandra se verán envueltos en ella. ¿Puede el bien proteger al mal para alcanzar unos objetivos superiores? Ahí dejo esta pregunta para intentar picar vuestra curiosidad. Tranquilos, que aunque se hable del bien y el mal no se trata de un libro religioso pese a que Marcus sea un cura pero no uno cualquiera que imparte misa y comunión, sino un penitenciario o un cazador de la oscuridad que tiene el don de sentir el mal ni tampoco porque que Carrisi nos hable de la Cofradía de Judas, la Penitenciaria y el Oficio de las tinieblas –realmente existieron- y que resultan temas muy interesantes. Es un thriller apasionante de los que enganchan desde la primera página y no puedes dejar de leerlo. Nuevamente, el escenario en el que se desarrolla la acción es Roma y volvemos a disfrutar de las maravillosas descripciones de sus calles, parques, iglesias, palacios… de tal forma que parece que estuviéramos allí ya que todos los lugares existen y pueden ser visitados, además, el autor nos ofrece información y curiosas anécdotas sobre algunos de los lugares. Escrito con un lenguaje sencillo, claro y directo, con una forma de narrar que atrapa de forma que no quieras soltar el libro, las páginas vuelan y Carrisi vuelve a tejer una trama magistral donde nada ocurre por azar, donde todas las piezas encajan en su lugar y con un final que no ves venir, que te sorprende, y te deja con ganas de más. Si os gustan los buenos thrillers con Carrisi acertareis seguros y, aunque se trate de una trilogía, cada libro puede leerse de forma independiente. Es más, el propio autor recomienda empezar por este libro, continuar con El tribunal de las almas y terminar con El maestro de las sombras. Enlace: https://libropoli.blogspot.c.. |
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