Bellotas con leche

“Un hombre vale lo que vale su palabra, es la única forma de hacerse respetar, y el respeto lo es todo”

Para algunos, la vida es un juego mortal. Una partida sangrienta e inmisericorde en la que la suerte, caprichosa, concede sus favores a quien quiere y no a quien más lo necesita. Son los del otro lado, los que caminan sobre el alambre conscientes de que, si caen, no serán salvados por ninguna red. El dinero rápido (que no fácil) y la adrenalina les convierten en rehenes de un universo con leyes no escritas donde un hombre vale lo que vale su palabra y donde el respeto es la moneda que paga su supervivencia. Pero ese tipo de respeto nunca se consigue a través de las buenas acciones, porque en un estanque lleno de tiburones, la única forma de no ser devorado es infundir terror. Y el terror solo se propaga a través de la crueldad.
Perciben el amor como una debilidad o un lastre y el dinero es su principal objetivo. Pero para quienes consiguen mantenerse el tiempo suficiente en la partida como para medrar, para quienes consiguen convertirse en algo más que en un simple peón, el vil metal deja de ser lo más importante; para ellos, lo que realmente cuenta es ganar cada mano asumiendo que, aunque jueguen con una baraja marcada, la siguiente carta puede ser la última.


Raúl necesita dinero y hacer de mula se le da bien. Nunca ha transportado cocaína, pero siempre hay una primera vez para todo. Sabe que es un pez pequeño y que El yesero, el dueño del club Arcoíris, podría comérselo a pesar de su avanzada edad. Cincuenta y tres bellotas de cocaína serán su cargamento e Italia su destino.
En Nápoles, Fabio decide terminar con su mala suerte. Se introduce un revólver del calibre 38 en la boca y comienza a acariciar el gatillo pero su teléfono comienza a sonar.


Bellotas con leche, ópera prima de José Carrero, es una obra ágil y directa que hará las delicias de los amantes del thriller y la novela negra. Exenta de pretenciosidad y magníficamente planificada, nos cuenta, en poco más de cien páginas, una historia cruel y salvaje tan imprevisible como creíble. Su argumento, engañosamente sencillo, sacude al lector con cada giro y lo espolea para que continúe leyendo.
La prosa del autor no ahorra crudezas ni escatologías potenciando la angustia que sufren sus protagonistas, y es que estos o, mejor dicho, el manejo que hace de ellos, es otro de los puntos fuertes de Carrero: nos cuenta muy poco de la mayoría. Puede que a quien más lleguemos a conocer es a César Milleiro, el despiadado Yesero. de los demás nos permite saber tan solo lo necesario para que entendamos lo les une a la sangrienta aventura en la que se ven inmersos y, aun así, consigue que tengamos la sensación de conocerlos lo suficiente como para decidir a quién odiar y a quién perdonar.


Esta obra, Finalista del XIII Premio de Novela Corta Encina de Plata, os atrapará y no os soltará. Adentraos en ella y sentid la adrenalina. Os arrastrará al otro lado, a un mundo repleto de sicarios, proxenetas, traficantes y barbarie. Un mundo en el que cualquier paso puede ser el último y en el que todas las apuestas son demasiado altas ¿Os atreveréis a jugar?
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Una novela corta, entretenida y bien escrita. Siendo objetivos, no nos encontramos ante una joya literaria, pero tampoco ante una basura de libro: he leído cosas mucho mejores y mucho peores. ‘Bellotas con leche' tiene varios giros interesantes a lo largo de la trama y cumple la función de entretener, pero personalmente no me parece para nada original. No he leído en estas páginas nada que no haya visto ya en varias películas y libros: típica historia de mafiosos que versa sobre narcotraficantes, mulas, drogas, etc. Creo que, pasado un margen considerable de tiempo, recordaré pocas cosas de esta lectura.
En cuanto al estilo, la prosa de José Carrero es muy fluida y sencilla; ello sumado a su corta extensión hace que se lea en un abrir y cerrar de ojos. Con una estructura circular, el autor deja todo perfectamente atado mediante una buena y ligera narración.
Un punto a favor son lo bien caracterizados que están los personajes, llegando a establecer en ocasiones ciertos parecidos reales que ayudan a ponerles cara. Tras la lectura de estas pocas páginas termino con la sensación de conocer bien a los personajes, y eso es algo que no siempre se consigue.
En definitiva, una novela con algunas sorpresas y momentos de lucidez pero a la que le faltó algo con lo que rematar la historia. Una lectura para pasar un rato entretenido, pero que a mí me dejó completamente indiferente.

Se trata de una novela negra bastante corta, de esas que terminas en un rato porque no puedes parar de leer. Lo empecé casi sin haber leído la sinopsis, porque ya las primeras líneas me gustaron, y debo decir que hice bien porque me ha sorprendido mucho la historia, y para bien.

La trama cuenta con un montón de ingredientes: personajes interesantes, intriga, acción, traiciones, giros inesperados, drama... pero lo más increíble de todo es que una historia tan corta de para tanto. Realmente la he terminado con la sensación de haber leído un libro bastante más largo por la cantidad de cosas que tienen lugar y la variedad de personajes que aparecen.

Un libro que me ha enganchado y entretenido muchísimo, que me ha sorprendido de principio a fin, pues no me resultaba predecible ninguno de los sucesos que iban ocurriendo, escrito con mucho gusto a pesar de los temas y las situaciones (algunas un tanto escabrosas) que trata. Ya solo el título, después de haber leído la historia, me parece de lo más ingenioso.

¡Cómo se disfrutan estos bocaditos tan inesperados! Tanto si os gusta la novela negra como si no, si lo que buscáis es una lectura con algo de acción y que os mantenga entretenidos, esta puede ser una gran opción.

La novela comienza presentándonos a Raúl y relatando su cita en un club nocturno con un narcotraficante: el Yesero. Raúl será la mula que portará dentro de su cuerpo 53 bellotas de cocaína, con destino a Nápoles, para Don Carlo, un capo de la droga. Un mafioso en toda regla. Raúl no llega a su destino. Y no entrega la droga. Fabio, otro mindundi del mundillo, saca tajada de la situación y roba esas bellotas para pagarle al mismo capo dueño de dicha droga. Como os podréis imaginar, todo un caos. Engaños, asesinatos sin pudor, venganzas y una prostituta cansada de la vida que ha llevado hasta el momento, con intención de devolver, a quien se lo merece, todo aquello que le pertenece. En definitiva, una historia cruda, con muchos giros, basada en el negocio del narcotráfico.

Lo cierto es que me resulta difícil resumir la historia, a pesar de que tiene tan sólo 112 páginas, pero pasan demasiadas cosas y eso no ayuda a la hora de no hacer spoiler. Me enganchó desde la primera página.