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Jaque al lord es el primer libro de la saga de los Daventry y nos cuenta la historia del primogénito, Gabriel, marqués de Satherton, que quiere casarse para perpetuar el título de la familia, pero que aún no ha encontrado a una mujer con la que por lo menos pueda llevarse bien. Hasta que entra en escena Isabelle, la primera que le gana al ajedrez, pero que prefiere quedarse soltera a contraer matrimonio con alguien a quien no ame y que no la ame. Pero para Gabriel, su obligación con el título es más importante que el amor. ¿Logrará Isabelle hacerle cambiar de parecer? Lo he devorado en menos de 24 horas. El ritmo es muy ágil y el estilo de la autora permite volar por las páginas. Los capítulos son bastante cortos en general y abundan los diálogos, todo lo cual contribuye a que la lectura sea muy amena. Los personajes constituyen sin duda alguna el gran punto fuerte de este libro, ya no solo los protagonistas, a los que es muy fácil cogerles cariño, sino sus respectivas familias. Pero vayamos por partes. Para empezar, me ha gustado mucho la relación de Gabriel e Isabelle, desde el primer encuentro en la biblioteca (el planteamiento de esa situación me gustó y me hizo mucha gracia) hasta que empieza su rivalidad tras derrotarle ella en la primera partida que juegan juntos. Me ha gustado mucho como articulan parte de su incipiente relación alrededor de ese tablero de ajedrez y el simbolismo que supone para ellos a medida que se van conociendo más. He disfrutado de sus encuentros, de sus tira y afloja, de esa tensión de no saber cuándo se iban a rendir ambos a la evidencia. Isabelle es un personaje fuerte y con carácter de una manera discreta. Me ha gustado lo claras que tiene las ideas y que se niegue a ceder pese a que eso sea lo que hacen el resto de damas de la sociedad. Además me ha parecido muy bonita la relación que tiene con su padre, que es una relación poco habitual en los libros de este género, todo hay que decirlo. Gabriel es noble y tierno, aunque también bastante cabezota. Me ha gustado su toque pícaro, aunque no tanto ese puntillo obtuso en lo que se refiere a sentimientos, pero es de esperar en este tipo de personajes. Además, si no, no habría historia. al margen del tema de que no tiene tiempo para el amor, me ha parecido que trata muy bien y con mucha decencia y dulzura a Isabelle en todo momento, lo cual le hace sumar muchos puntos. Y luego el resto de los Daventry también me han encandilado. Si es que a mí me pierden los libros con relaciones familiares como estas, que se basan muchísimo en la competitividad, las bromas y en tomarse el pelo, pero que esconden un amor y una lealtad inquebrantables. Esa dinámica familiar entre todos ha sido todo un gustazo y me ha arrancado un montón de risas que me han hecho disfrutar de lo lindo. Os van a conquistar. Es una historia tierna, bonita y cercana que me ha dejado con muchas ganas del siguiente. |
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