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Maravilloso. Para empezar, por el riesgo que ha corrido la autora al presentarnos una pareja homosexual en un romance de época. A pesar de que solo soy lectora asidua del género desde hace relativamente poco, sé perfectamente que no es algo habitual y me quito el sombrero ante Carol por haber corrido el riesgo de traernos una historia así. Se nota que quiere mucho a sus personajes y que ha querido traer su verdadera historia, la que se merecen. Además, creo que este toque original es el ideal para crear algo más de misterio sobre cómo acabará la cosa. Normalmente se sabe que en este tipo de libros, la pareja acabará junta. Pero ¿qué pasa si la pareja la forman dos hombres en una época en la que ser homosexual (o bisexual) estaba castigado con la pena de muerte? Yo tenía claro desde el principio que, si había final feliz en esta ocasión, no iba a ser un final feliz al uso, porque era imposible que pudieran disfrutar de todos los privilegios de las parejas heterosexuales. Incluso en el caso de que Michael y Rhys pudieran arreglar sus problemas, sus inseguridades y sus corazones rotos, se les seguiría negando el derecho a mostrar su amor en público, a ser ellos mismos sin tapujos. No obstante, debo decir que dentro de las posibilidades existentes, me ha gustado mucho cómo lo ha llevado todo la autora y el final que les ha dado. Y eso que el libro, por motivos evidentes, es menos dulce que los dos anteriores. Toda la historia y los temas que se tratan son más crudos. Ha habido momentos de mucha tensión y angustia, no solo entre ellos, sino por ejemplo también con la familia, lo cual era algo inevitable a la larga. Y por mucho que algunas actitudes me hayan roto un poquito el corazón, es lógico que la gente reaccionara así de primeras en aquella época. Lo bueno es que, al final, los Daventry nunca defraudan. Pero el libro no solo se centra en Michael y Rhys, ya que está narrado a tres voces. No quiero dar más detalles porque a mí fue algo que me sorprendió y me gustó, por lo reivindicativo y valiente que es. Lo que sí diré es que, en relación con esta tercera voz, me parece imprescindible haberse leído antes por lo menos el segundo libro (Alas de cristal), a pesar de que a grandes rasgos, podrían considerarse libros independientes entre sí. Pero hay un pequeño hilo conductor de un libro a otro que me parece mucho mejor conocer de antemano. De verdad que me parece que estos libros mejoran con cada nueva entrega, y además el final de este nos regala un bombazo que crea auténtica NECESIDAD de tener ya el cuarto en las manos. |
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