Alas de cristal

Tras recibir en un sorteo de Ediciones Kiwi —¡muchas gracias por el ejemplar— un ejemplar de Alas de cristal caí en la cuenta de que se trataba del segundo libro de la serie Daventry. A pesar de mi regla de empezar las sagas siempre por el principio, con esta entrega me ocurrió que me llamó tanto la atención que tuve que saltármela y leerla. No me arrepiento en absoluto y, aunque no hayáis leído el primer libro —Jaque al Lord— podéis leer Alas de cristal sin problema.

Es el primer libro que leo de la autora y la verdad es que me ha gustado mucho su pluma. En cuanto a la historia, no os avanzaré mucho pero sí diré que empezó con mucha garra pero se fue desinflando y acabé un tanto desencantada. A pesar de que su comienzo me hiciese tener las expectativas demasiado altas, en general la disfruté y en un futuro pretendo leer el principio y la continuación de la serie.

Rosalie es una joven que ya está en edad para contraer matrimonio, hecho que sus padres esperan con impaciencia. Ante sus dificultades para relacionarse con los demás, el padre decide convertir su herencia en algo alcanzable para su futuro marido, convirtiendo así a su hija en una venta al mejor postor. Como es de esperar, a Rosalie esta nueva situación no le hace ninguna gracia, y mucho menos cuando su corazón ya tiene dueño: su mejor amigo Simon, al que conoce desde que eran pequeños y con el único con el que es capaz de abrirse y ser ella misma.

Su situación no mejora cuando debe pasar un mes en Lily Manor, propiedad de la familia de Simon. Estar tanto tiempo con él, callando sus sentimientos por miedo a no ser correspondida, se une al hecho de que debe atender muchos eventos sociales en los que no se siente cómoda. En uno de ellos se lleva a cabo un asesinato que hará tambalear la tranquilidad de la sociedad inglesa y pondrá en tela de juicio la inocencia de algunas de sus más destacadas personalidades. ¿Se conseguirá dar caza a quien ha provocado tal escándalo en la mansión de los Daventry? The Golden Swan, el periódico encargado de sacar a la luz los trapos sucios de las altas esferas de la sociedad, seguirá de cerca los avances en la investigación, además de proporcionar al público su buena dosis de cotilleo.

Alas de cristal está compuesta por un prólogo, 23 capítulos cortos —cosa que quienes me leéis ya sabéis que agradezco— y un epílogo. Un detalle que me ha resultado de lo más original y cautivador ha sido que al principio de cada capítulo hay un extracto de The Golden Swan, lo que nos da otra visión de cómo se vive todo desde una perspectiva diferente a la de los personajes principales.

En cuanto a la narración, la historia se cuenta en tercera persona en tiempo pasado por un narrador omnisciente que va alternando el punto de vista de varios personajes, entre ellos Rose, Simon y Alyce. Con tantas "voces" —y tan dispares— me da la sensación de que el libro no tiene bien definido en quién —o en qué— se centra la historia. al principio parece que es Rose la que lleva la voz cantante, sin embargo, más avanzada la trama empiezan a mezclarse más voces —y a aparecer subtramas— que hacen que la historia pierda un poco de sentido.

Por otra parte, la pluma de la autora, es sencilla pero poética a la vez, haciendo que la lectura sea ágil y amena —era cogerlo y no poder parar de leer— a la vez que capaz de despertar muchos sentimientos en el lector.

Rosalie es una joven dulce pero a la que le cuesta muchísimo socializar, además de presentar tartamudez cuando se pone nerviosa. Esto le supone un gran hándicap, puesto que está en edad de encontrar ya marido y su ansiedad social le impide relacionarse. Además, no quiere casarse si no es por amor, aunque a la hora de la verdad —cuando su padre la pone entre la espada y la pared— nunca dice nada y se muestra sumisa ante la voluntad de su familia. Es en este aspecto en el que la protagonista más evoluciona; Alas de cristal es la historia de cómo Rosalie aprende a encontrar su voz.

Simon es alguien seguro de sí mismo y con las cosas claras. Desde hace un tiempo siente cosas por Rosalie que no se atreve a confesar, pero cuando ve que su relación peligra empezará a actuar en consecuencia.

A pesar de ser personajes bien perfilados, los protagonistas no han conseguido conquistarme del todo. Rosalie sí logra evolucionar durante la historia pero, en cuanto a Simon, no he encontrado en él todo lo que esperaba. Mi desencanto con ellos dos puede deberse también a que, para mí, han sido eclipsados por los personajes secundarios. En primer lugar, por toda la familia Daventry, que son la principal razón por la que quiero continuar con la serie. Me han resultado una familia admirable por el amor que se profesan y también por su visión avanzada a su tiempo en el que la felicidad de sus hijos es más importante que el dinero. Destaco entre ellos a Gwen, que me ha resultado una jovencita de lo más descarada y ocurrente.

Pero, sin duda alguna, de los personajes secundarios mi favorita ha sido Alyce, que ha tenido en varias ocasiones la voz principal en algún capítulo. Ella es una de las hermanas Lynch, que acude a la fiesta en Lily Manor donde se desencadena todo el misterio del libro. Lo que ha llamado mi atención de ella es que, desde el primer momento, rompe con todo lo establecido y defiende a capa y espada que tiene el mismo derecho a ser libre como lo tienen los hombres. Este mensaje feminista que echa por tierra la visión de que las mujeres han de ser recatadas, sumisas y obedientes se observa en cada una de sus palabras y sus acciones. Por ello, Alyce es, sin duda alguna, mi personaje favorito de Alas de cristal.

El resto de personajes me han resultado bastante odiosos —sobre todo los padres y las madres— pero teniendo en cuenta que reproducían la sociedad y el pensamiento de entonces es, hasta cierto punto, entendible su actitud, aunque no por ello menos discutible.

En cuanto a la trama, me llamó la atención la existencia de The Golden Swan, pues es una forma muy original —aunque obviamente bebe del formato Gossip Girl— de presentar los hechos de la historia. al principio, quien escribe no se posiciona a favor de nadie pero, poco a poco, se va notando en sus columnas una cierta crítica a la alta sociedad que es machista, clasista y basada en las apariencias.

Siguiendo esta línea, en la novela se habla de temas como el matrimonio, la maternidad, el sexo y el papel de la mujer en la sociedad desde una visión feminista que, como ya he mencionado, viene dada sobre todo a través de Alyce. Me ha gustado que la autora no se haya limitado a exponer en Alas de cristal las convenciones de la época, sino que ha decidido escribir la historia reflejándolas en tono crítico.

Por otra parte, también tengo que destacar la mención del libro a la ansiedad social que, aunque solo se presenta a pinceladas junto a la tartamudez, creo que es importante que se presente como un hecho en lugar de banalizarla y entenderla simplemente como que la persona que la sufre no quiere relacionarse, pues es mucho más complicado que eso.

Otro punto que me ha gustado mucho ha sido el romance entre Rosalie y Simon. Su amor va tomando forma a fuego lento y su dinámica es magnífica, pues se conocen ambos como la palma de la mano. Siempre me han gustado las parejas que empiezan siendo mejores amigos, pues el trance de amistad a amor me resulta muy interesante: ¿qué ocurre para que salte esa chispa?, ¿qué lo desancadena todo? Sin embargo, en este caso, he de admitir que me gustó más la tensión del principio del libro, pues según avanza la historia se va perdiendo el interés en ellos.

Posiblemente la razón tras esa pérdida de interés se deba a un aspecto que no me ha terminado de convencer en Alas de cristal: la inclusión de un asesinato en la historia. Cuando empecé a leer la obra lo hice con muchísimas ganas pensando que me iba a encontrar un romance y que todo giraría entorno a ello, pero de repente el libro toma un giro inesperado y se convierte en una investigación por un crimen. Para mí, con ello se pierde el hilo de la historia, haciendo que el lector se desoriente respecto a qué esperar del resto de páginas. Me resultó un poco puesto con calzador y es en gran medida el causante de que no le haya podido dar más estrellas al libro.

Por último, el final, aunque algo abrupto, me ha gustado y creo que deja todas las tramas bien cerradas. Además, el epílogo da pie a la siguiente entrega de la serie que, según como se presenta, caerá en mis manos nada más salga.

A pesar de haber tenido mis más y mis menos con la historia, tras este primer contacto con la autora y con la serie no me cabe ninguna duda de que seguiré leyendo las aventuras de estos personajes, empezando por el primero que me salté por puro desconocimiento.
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Por si no ha quedado claro en la sinopsis, esta es una novela de amor de época, porque se remonta al siglo XIX. Amor. Época. ¿A alguien se le ocurre una combinación mejor? A mí desde luego no. A pesar de que la novela de amor de época por antonomasia, "Orgullo y prejuicio" no me gustó especialmente, ese tipo de historias siempre me llaman la atención y muchas veces se convierten en un vicio para mí. Este ha sido el caso de "Alas de cristal", que me duró apenas unos días porque era incapaz de soltar el libro.

Buena parte de la culpa la tiene Simon Daventry, que me ha parecido un personaje genial y que es el marido/novio/compañero que toda mujer merece. No quiero destripar mucho el libro, así que me voy a quedar ahí, pero de verdad que Simon mola mucho.

Sin embargo, el resto de los Daventry no se queda para nada atrás. Es una familia poco usual, sin duda, pero que me ha parecido genial y maravillosa y me he quedado con ganas de saber más sobre todos ellos. Por suerte, este libro es parte de una saga que habla de los hermanos Daventry, cada tomo centrado en uno de ellos en particular. Se pueden leer de manera independiente (de hecho, este es el segundo tomo y lo he entendido sin ningún problema) aunque comparten, obviamente, los personajes.

También veo necesario y merecido mencionar a la protagonista femenina, Rosalie. Es una chica muy tímida y a la que le cuesta relacionarse, pero veremos en ella una evolución gigantesca a lo largo de la novela. Ese es uno de los aspectos que más me ha gustado de ella porque, gracias a sus amigos pero también y muy importante gracias a ella misma consigue cambiar lo que no le gusta de su vida y enfrentarse a quien se interponga en sus planes.

Por último, quería mencionar la pluma de la autora, que me ha parecido ideal para este tipo de novela. Por un lado, cuando nos describe los bailes, las mansiones y las conversaciones formales entre aristócratas, es una pluma elegante y regia, acorde con los modales de la época. Sin embargo, cuando se adentra en los pensamientos de los distintos personajes, se convierte en una forma de escribir más espontánea, sin las ataduras que imponen las convenciones sociales. Por eso, me parece que la autora ha sabido adaptar su escritura a las distintas situaciones, lo que hace que la historia sea mucho más verosímil y que el lector se vea mucho más inmerso en ella.

Quizás lo que menos me ha gustado es que, en algunos momentos, la trama se me ha hecho algo rápida y me habría gustado que se demorara más en ciertos puntos y hubiera alguna explicación más. de igual forma, aunque el final me encanta y me parece precioso, se me ha hecho algo precipitado. Yo habría añadido algún capítulo más, aunque esto es algo subjetivo y depende completamente del lector.

A pesar de estos pequeños "peros", he disfrutado muchísimo de la novela y sin duda la recomiendo para todos aquellos lectores que disfruten de las historias de amor de época.

*Quiero destacar, y prometo que esto ya sí que es lo último, que la novela transcurre a finales de año, incluyendo la celebración de navidad, así que creo que sería un regalo ideal para estas navidades, ya que me parece el momento perfecto para leerla.

Espero que os haya gustado esta nueva reseña y, como siempre, si leéis esta novela, hacédmelo saber y la comentamos.

¡Un saludo lector!

Después del buen sabor de boca que me dejó "Jaque al lord" me fui corriendo a leer el segundo. Y cuál ha sido mi sorpresa al descubrir que me ha gustado incluso más que el primero.

Alas de Cristal nos cuenta la historia de Simon, el tercer hijo de los Daventry, que está convencido de que arderá en el infierno por pensar en su mejor amiga Rosalie más de lo que se consideraría correcto. Rosalie, por otro lado, padece cierta ansiedad social que hace que la búsqueda de marido sea de lo más ingrata. A pesar de que ahora todos los hombres con título se le echan encima, su corazón pertenece a una sola persona: su mejor amigo.

Pero entiendo que además en aquella época había dificultades añadidas a la timidez o el miedo al rechazo, como el hecho de que Simon es un tercer hijo sin título y los padres de Rosalie quieren que se case con alguien "digno" y que esté a la altura según los parámetros de la sociedad inglesa de aquella época.

Las historias de amigos de la infancia que sienten más cosas el uno por el otro que simple amistad pero que no se atreven a confesarlo por miedo a ser rechazados me suelen encantar. ¿Que me hacen sufrir? Pues también, porque a ver, todo el mundo tiene claro lo que sienten el uno por el otro menos ellos, que se empeñan en autotorturarse, pero es que si no, no habría libro. Y me ha gustado mucho cómo se ha llevado, esas escenas entre los dos en las que casi casi parecía que iba a pasar me tenían en vilo, la tensión está muy bien construida.

Rosalie me ha encantado porque me he identificado mucho con ella por toda esa ansiedad que siente y por su timidez. Es que la he comprendido a la perfección y por eso deseaba su felicidad con todas mis fuerzas mientras leía. Además, a pesar de ser una persona tímida y sensible, al final demuestra una gran fuerza interior y logra priorizar su voluntad por encima de las imposiciones familiares, y me ha parecido maravillosa. Su relación con Simon me parece preciosa y esta parejita me hace muy feliz.

Otro gran punto del libro ha sido la introducción de un nuevo personaje, Leo, que como el resto de la familia, no ha tardado nada en ganarse mi corazón, y espero ver mucho más de él en futuros libros.

Además el libro me ha sorprendido añadiendo ciertas dosis de misterio que no esperaba pero que le han dado un toque muy interesante a la trama. Pero ese misterio algo más oscuro no impide que vuelva a ser una historia muy tierna que me ha dejado el corazón calentito y con ganas de más. Siempre hay más ganas de los Daventry.

Empecé este libro con ganas porque, aunque el primero tuvo cosillas que no me convencieron, el hecho de conocer a ambos integrantes de la siguiente pareja siempre pide seguir. al menos es algo que me pasa siempre.

En este libro nos encontramos con Rosalie en una situación complicada y es que tiene edad para estar casada, pero la ansiedad social que sufre le impide relacionarse. Su padre decide tomar cartas en el asunto convirtiendo a su hija en el foco de todas las miradas y en una diana para los cazafortunas. Esto, como comprenderéis, no la va a ayudar con la ansiedad precisamente, lo que le faltaba a la pobre es verse asediada y mucho menos cuando ella ya tiene sentimientos por otra persona, su amigo Simon.

Simon no se plantea decirle a Rosalie lo que siente porque al no contar con título sabe que su familia nunca permitiría que estuviesen juntos, pero el anuncio que pone a Rosalie en el punto de mira cambia las cosas y si no quiere perderla tendrá que arriesgarse.

En medio de ese lío de emociones con el que tienen que lidiar nuestros protagonistas ya que no quieren perder su amistad, no saben si sincerarse con el otro, el obstáculo del título, la familia de ella, etc. en la idílica Lily Manor ocurre un asesinato y eso pondrá patas arriba la vida de todos los que allí se encuentran.

Me encanta que en este tipo de novelas tengamos las típicas reuniones campestres en la propiedad de algún personaje y en este caso como los Daventry cuentan con Lily Manor, tengo para rato campito a lo largo de la serie, o eso espero porque es de lo que más disfruto.

En cuanto a la pareja, no me ha disgustado, pero tratándose de una relación en la que pasan de amigos a pareja, esperaba que me gustase mucho más ya que es de esos clichés que suelen encantarme. Pensaba que me atraparían más.

Me ha vuelto a pasar como con su predecesor y es que hay tramas secundarias que no termino de ver donde quieren ir a parar o que me sacan un poco de la historia y del romance, se nota algo más pulido que en el primero, pero es algo que sigo viendo. En este libro se nos introducen unos personajes muy interesantes, unas hermanas conocidas como las Joyas Lynch y, como decía, me han parecido muy interesantes, pero en algunos momentos se comían la historia, sobre todo Alyce.

Que la familia Daventry forme parte de la trama es un punto positivo ya que es genial contar con ellos y van apareciendo otros personajes que parece que van a ir teniendo importancia, aunque no me atrevo a asegurarlo. También contamos con The Golden Swan para ir amenizando el libro y es que sigue contando todos los chismes de la alta sociedad.

Estaba entre darle tres o cuatro estrellas y como ya hice con el anterior (veréis muchas referencias al libro porque me ha pasado lo mismo con casi todo, aunque en menor medida) finalmente me he decantado por las cuatro a la espera de notar más evolución (que en este ya la hay, ojo) porque veo el potencial, pero me siguen fallando cositas.

Alas de cristal ha sido una historia entretenida y dulce con la que he disfrutado mucho y, aunque en algunos momentos he sentido que las tramas secundarias se comían la principal, se nota una gran evolución desde el primer libro que espero seguir viendo en los siguientes.
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Este fin de semana leí uno de los libros que más he estado esperando, y es el segundo se la serie Daventry de Carol S. Brown publicada por Ediciones Kiwi. Descubrí a esta bella autora con el libro Jaque al Lord que lo amé tan pronto vi su portada y quedé con un hype enorme luego de leerlo, así que seguir conociendo a los personajes de esta peculiar familia y a The Golden Swan es algo que necesito.

Alas de Cristal es una novela romántica ambientada en el londres victoriano, cargada de toques de amor y misterio que darán vida a una historia sutil y frágil que se quedará en nuestros corazones.

Tenemos de protagonistas al tercer hermano de los Daventry, Simon, un joven que esta enamorado de su mejor amiga y que tiene miedo de confesar sus sentimientos para no arruinar la amistad que tiene con lady Rosalie. Lo que más desea Simon es pedir su mano pero lo detiene al ser un hombre sin título, y como bien sabe eso en la sociedad londinense es algo poco llamativo, la buena familia, y más si son marqueses, desean casar a su hija con alguien con título y poder.

Lady Rosalie ha tenido que vivir desde la niñez el maltrato de su madre que la crítica de no ser una joven con educación y mucho más cuando tartamudea. Ella quiere escapar de todas esas reglas absurda de la alta sociedad y entregarse al amor que siente por su mejor amor Simon, pero sabe que él solo la ve como una amiga y jamás podrá tener un matrimonio por amor que es con lo que más sueña.

En este segundo libro no solo conoceremos la romántica y dulce historia de Simon y Rosalie, también conoceremos a nuevos y antiguos personajes  que se hacen entrañable en cada libro. Tenemos un nuevo miembro de la familia Daventry que a mí me enamoró en su totalidad, su peculiar personalidad debido a su déficit de atención lo hace para mí uno de los personajes más querido del libro. También tendremos un asesinato dentro de la historia que le dará un poco más de vida a toda la narración. Una narración que será llevada por varios de los personajes de la novela en veintitrés capítulos y un epílogo.

Volveremos a tener la participación de la cotilla más querida y un poco odiada de todo Londres, The Golden Swan, que desde el libro anterior estoy tratando de averiguar quién puede ser, en este segundo tomo me hice varias ideas y espero haber acertado con la tercera persona que señalé.

Si leíste y te gusto Jaque al Lord este segundo libro lo amaras igual. Carol S. Brown, vuelve a cautivarme con una prosa sencilla y sutil que hechiza desde el inicio hasta el final. Me encanta cuando una autora le da participación a todos los personajes para darse a conocer un poco y no solo a los principales. Disfruté mucho de leer nuevamente al marques Gabriel Satheron y su marquesa Belle, al igual que los hermanos Daventry, Sophie, Gwen y Michael.

Ahora quedó a la espera y con muchas ansias nuevamente  de leer el próximo libro de esta serie.
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