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Como dice en su sinopsis: " Columbland es el mayor productor mundial de lideres. También es el país con mayor tasa de suicidio estudiantil. Mía y su melliza Carol se enfrentarán de maneras radicalmente opuestas al alto nivel de exigencia al que son sometidas y a la carencia absoluta de afecto. ¿Conseguirán sobrevivir en un sistema que impone la competitividad como modo de vida y el éxito como único resultado posible?". En primer lugar he de decir que es uno de los libros que más he ha gustado de lo que he leído en los últimos años, aunque más que gustado debería decir impactado...sin duda es un libro que da mucho que pensar. A través de la historia de estas dos mellizas y desde la voz de Mía, nos adentramos en las entrañas de Columbland, lugar en el que se forman los líderes y se desechan aquellos que no cumplen con las expectativas. Donde las relaciones humanas carecen completamente de valor, convirtiéndose en un lastre que aleja a las personas de sus objetivos y dónde la vida humana se cuantifica en cifras y valores sin espacio alguno para el ser en sí mismo. Mía y Carol nos muestran las dos caras de la moneda, dos maneras diferentes de sobrevivir a la locura de la carrera sin frenos hacia la excelencia en la que les ha tocado vivir, en la que los que no suben al podio no tienen cabida. Mientras Mía intenta complacer las expectativas de sus padres y trata de encontrar la felicidad en la aceptación y en las buenas calificaciones, Carol se contenta con ser una constante decepción para su familia y encuentra consuelo en las pocas relaciones humanas que le proporcionan calidez y amor, a las que se aferra como a una tabla de salvación. De la misma manera, sus relaciones amorosas, algo totalmente prohibido en Columbland y solo permitido a los adultos que ya han conseguido ser líderes, son totalmente diferentes, aportándole luz a una y oscuridad a la otra, estado ambas irremediablemente abocadas al fracaso. Carmen Andrés Reyes ha conseguido con un texto muy pequeño abarcar algo enorme. En muy pocas páginas nos deja abiertos un montón de planteamientos e hilos de los que tirar, siendo imposible citarlos todos en esta reseña. Nos expone un supuesto, desarrollándolo lo necesario para meternos dentro, pero sin hacer que la lectura resulte obvia. Y esa es la mayor grandeza de esta novela, que nos invita a pensar, y que nos acompañará aún mucho tiempo después de haberla leído. Por este motivo, entre otros, se ha convertido en lectura obligatoria en muchos institutos. Una lectura imprescindible que golpea fuerte el corazón y que no deja indiferente. de esas novelas que merecen una maravillosa edición y el mejor sitio en nuestras librerías. Me costará mucho olvidarla. |
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