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Nos encontramos ante una novela con dos partes muy diferenciadas y que me gustaría comentar por separado. En primer lugar tenemos introducción en la que se nos narran los acontecimientos acaecidos 500 años antes que la trama principal. En ella se nos presentan las distintas razas de este fantástico mundo así como toda una simbología muy rica y muy bien cuidada que en lo personal me ha encantado. Sin embargo, debo decir que esta parte me ha parecido algo precipitada y me ha sabido a poco. Hay de base una muy buena historia que explotar y me hubiera gustado que se ahondara más en ella para darnos la oportunidad de conocer mejor a los personajes. Entiendo, pero, que la finalidad de la introducción era presentarnos un conflicto ancestral, y eso lo logra. Recrearse más en esta parte hubiera dado lugar, quizás, a un libro en demasía extenso. A continuación tenemos lo que es la trama base y eje de la mayor parte del libro. A partir de aquí la velocidad de la trama me ha parecido mucho más adecuada. Los acontecimientos se narran con más calma y con ello se le da a los personajes mayor importancia, más tiempo de evolución y así el lector tiene la oportunidad de conocerlos mejor. En consecuencia, he disfrutado mucho más de la lectura de esta segunda parte. Es cierto que en este primer libro no llega a estallar el gran conflicto, aquel que aporta el máximo dinamismo y que es el foco de toda la acción. Sin embargo, sí que llega a intuirse y además se abren algunas tramas paralelas que rompen con la linealidad. Así, en el primero de lo que espero se conviertan en varios libros, se deja el terreno preparado (historia de los personajes, construcción del mundo, presentación de las razas...) para poder entrar de lleno en la acción de cara a la segunda novela. |
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