Gringo viejo

Tuve muchas dudas al momento de escribir esta reseña. Leí este libro junto a mi club de lectura y por eso lo leí completo, porque a pesar de estar bien escrito no fue particularmente de mi agrado. No pude conectar con la historia. Aunque el libro sólo tiene 189 páginas se me hizo eterno teniendo que detenerme cada pocas páginas por lo que me tomó varios días leerlo.
Al hacer una prelectura sobre el autor y este libro en particular descubrí muchos datos interesantes sobre Ambrose Bierce, el escritor en que se inspira Carlos Fuentes para escribir Gringo Viejo. Así que aunque se trata de una novela de ficción esperaba leer otro tipo de libro.
El libro no es malo pero no resultó mi momento para leerlo. La novela tiene un estilo especial de escritura con flujo mental por parte de los personajes que a través de sus pensamientos y recuerdos llevan adelante la historia. Historia que no es completamente lineal, algo que me gusta encontrar en las novelas.
Junto al gringo viejo se conoce parte de la historia revolucionaria de México en época de Pancho Villa pero también de la historia mexicana de ese período desde al menos tres puntos de vista muy diferenciados, el de los propios mexicanos en la figura de Arroyo, el de los norteamericanos a través del periodista y escritor Bierce, y un punto de vista femenino y norteamericano por la señorita Winslow. En todo momento se puede apreciar cómo estos dos países limítrofes se relacionan y se influyen entre sí, se conocen y se desconocen.