Cuando la calma amansa las mareas y la paz serena el alma, el mas mínimo vendaval, desata la más terrible de las tormentas.
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Cuando la calma amansa las mareas y la paz serena el alma, el mas mínimo vendaval, desata la más terrible de las tormentas.
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Se decía que el mar era una mujer y que la diosa de los océanos llamada Calipso, sentía celos de cualquier mujer que navegara por sus aguas. Por ello, las leyendas sobre la hermosa diosa contaban que tal ultraje, desataba su ira bajo colosales tempestades. El castigo por el terrible agravio era sucumbir bajo la furia del océano y perecer en el fondo del mar que un día fue su hogar.
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La guerra del fin...