Obra de teatro de ciencia ficción donde se utilizó por primera vez la palabra robot que posteriormente sería la palabra que se utilizaría para nombrar a todo aquel ser artificial creado por otra inteligencia. Resulta sorprendente una obra de teatro del género de la ciencia ficción, escrita en el año 1920 y que sentó las bases para la denominación del robot. En estos primeros robots de la ciencia ficción el autor se los imaginó como unos seres creados a partir de unos fluidos descubiertos en una isla remota. A partir de este descubrimiento se acaba creando un ser biológico limitado que sirve para sustituir el ser humano en sus trabajos. A partir de esta premisa el autor genera un debate de a donde podría llegar una humanidad sin que tuviera que trabajar gracias al trabajo de los robots. El autor ve la expansión de los robots como una limitación para la humanidad y lo utiliza como una crítica al aumento de la tecnificación. En la obra a parte de la crítica hacia la mecanización que se estaba produciendo en ese momento, también hay una crítica hacia el dominio de las ideas religiosas y ponen en valor los valores del ateísmo. Aunque escrito hace más de 100 años muchos de los temas que trata los tenemos hoy en día encima de la mesa, tanto con la progresión de los robots en sustitución del ser humano como fuerza de trabajo así como con la incipiente Inteligencia Artificial que podría muy bien ser la mecanización que veía como peligrosa el autor de la obra en 1920. Prova Hoy seguimos con alguna de las reseñas guardadas en el cajón con una obra de teatro pionera de hace un siglo con la que el autor trajo al mundo el concepto “Robot”. Hice la lectura en catalán, y pronto publicaré la reseña en catalán en nuevo proyecto @mesimesllibres que compaginaré con éste. A modo de nota explicativa, cuando se de el caso que la lectura sea en otro idioma al castellano, intentaré buscar la versión en castellano (gracias bibliotecas !!!) para poder hacer un trabajo riguroso con las citas, en caso contrario no las publicaré porque no lo considero ético. En esta obra pionera de la ciencia ficción, el autor imagina unos robots iniciales creados a partir de fluidos descubiertos en una remota isla. Estos seres biológicos limitados son concebidos para reemplazar a los seres humanos en sus labores. A partir de esta intrigante premisa, el autor plantea un debate sobre el futuro de la humanidad, donde el trabajo de los robots podría liberar a la sociedad de la necesidad de trabajar. Sin embargo, el autor también reflexiona sobre cómo la expansión desmedida de los robots podría convertirse en una limitación para la humanidad, convirtiéndolos en una crítica mordaz al creciente proceso de tecnificación. Además de abordar la cuestión de la mecanización, la obra también plantea una crítica hacia el dominio de las ideas religiosas, enalteciendo los valores del ateísmo. Esta mirada hacia las creencias y su impacto en la sociedad resalta la visión profunda e integral de la obra. Resulta impresionante cómo, a pesar de haber sido escrita hace más de un siglo, los temas abordados en esta obra siguen vigentes en la actualidad. El progreso de los robots como fuerza de trabajo en lugar del ser humano y el surgimiento de la incipiente Inteligencia Artificial nos lleva a reflexionar sobre los mismos dilemas que preocupaban al autor en 1920, al cuestionar los peligros potenciales de la mecanización. Una obra teatral de ciencia ficción que se adelantó a su tiempo al plantear cuestionamientos éticos y sociales que siguen siendo relevantes en nuestra sociedad actual, donde la tecnología continúa transformando nuestro mundo. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |