Cosas raras que se oyen en las librerías

Antes de empezar, sin andarme con muchos rodeos, pongo por delante que el libro me ha gustado. de verdad. Me ha gustado. Pero también creo que tiene una fama un tanto... inflada.

A ver, yo leo de un libro que "no puedes parar de reírte", que "te ríes a carcajadas", que es "el libro más divertido del año"... y no sé, me espero otra cosa. O por lo menos reírme. Y sí, sonrisas de vez en cuando (tampoco soy de piedra)... pero poco más. Me parece un libro más interesante que divertido. Interesante porque como estudio de los especímenes que nos movemos por las librerías no tiene precio. Algunas cosas asustan un poco, y tengo que reconocer que a ratos cuesta creer que de verdad eso haya ocurrido (que visto como está el patio tampoco es de extrañar, pero... hay que hacer un salto de fe y creer en todo lo que la librera autora de esta recopilación nos cuenta, porque tela... Y sé que ahí está el propósito del libro, en lo inverosímiles que resultan muchas de esas anécdotas, pero es que yo soy muy incrédula. Lo dicho, salto de fe).

Pero a lo que iba. Que descacharrante tal y como lo venden, bajo mi punto de vista, pues no.

Pero empiezo por el principio (a buenas horas). Que me gusta mucho la "temática librerías", entre otras muchas temáticas, y este libro evidentemente tenía que caer (tengo también en la estantería La librería más famosa del mundo, de la misma editorial, y que digo desde ya que pongo la mano en el fuego que creo que me va a gustar mas que este. Para quien no lo sepa, trata sobre la famosa librería parisina Shakespeare and Company).

Para quien no lo sepa también (siento repetirme), este libro realmente se hizo famoso por la publicidad que le hizo Neil Gaiman en las redes sociales (le debe mucho Jen Campbell al tito Neil, ciertamente). Así que si juntamos librerías, gente rara, preguntas más raras, libros, risas... pues que lo cogí con muchas ganas. Y como digo me gustó, pero no acabó siendo lo que yo buscaba (o lo que esperaba). Como estudio sociológico no tiene precio. Surrealista, bizarro y sorprendente, eso sí. Siempre he valorado mucho a mis libreros, creo que jamás les he puesto en una tesitura parecida, y me quedo con las ganas de preguntarles si han leído este libro y se sienten identificados. Lo mismo un día me lanzo. Porque dudo que nunca les hayan pedido que les cuiden a los niños mientras se van a hacer la manicura, o que alguien haya entrado y haya querido comprar leche, calcetines o destornilladores (¿¿??). Y esto es lo menos raro que sale en el libro. Pero oye, nunca se sabe.

Es un libro que no se puede (ni se debe) leer del tirón. Las anécdotas no se pueden leer de una, hay que ir saboreándolas, degustándolas, haciendo parones, y retomando al día siguiente. Si se leen demasiado seguidas llega un punto que se pierde un poco el tono de lo que se está leyendo, y solo es leer por leer una "aventura" tras otra. Hay que ir dosificándolas.

Y tengo que decirlo, porque si no reviento... las anécdotas españolas son con diferencia mucho peores que las británicas. Mucho. Más o menos gracioso, el maravilloso (para mí) toque de las islas no se lo quita nadie.

Me estoy leyendo y sé que parece que no me gustó... pero que sí, de verdad. Solo que no me pareció gracioso. O no tan gracioso. Tiene sus puntos... Sé que voy muy contracorriente, pero es lo que hay (me suele pasar, de todos modos). Quizás no tengo el sentido del humor adecuado para este libro (y eso que mi humor es muy british, pero se ve que es del negro oscuro tirando a tizón).

La edición de Malpaso es una maravilla. A sus típicos cortes de colores (en este caso rojo), se suman las ilustraciones que acompañan estupendamente a las anécdotas. Creo que son las de la edición original del libro (al igual que la ilustración de la faja) y es un acierto haberlas mantenido. Y aunque normalmente las fajas en las ediciones son un engorro, en esta es imprescindible mantenerla, porque es donde realmente aparece la imagen de la portada.

Este es un libro que viene a reivindicar de una forma un tanto peculiar la importante figura de los libreros y de las librerías dentro del mundo literario.

En unos tiempos como los que corren, donde comprar por internet o en las grandes superficies nos han alejado del trato personal dispensado en los comercios de toda la vida, este libro viene a reflejar que de ese trato cliente-librero pueden salir historias tan buenas como las que aquí se muestran.

Cosas raras que se oyen en las librerías es como su propio nombre indica, un pequeño libro donde Jen Campbell, librera de profesión, ha recopilado un gran número de simpáticas anécdotas entre clientes y dependientes.


Son breves extractos de conversaciones surgidas entre los muros de estos lugares que muestran ejemplos de confusión en el título de un libro, solicitar mercancía que nada tiene que ver con los libros, peticiones increíblemente absurdas, reacciones disparatadas y caradura, sobre todo mucha caradura por parte de los clientes que demuestran que el refrán que dice “el cliente siempre lleva la razón” necesita una profunda reforma o su derogación en muchas de sus interpretaciones.

El contenido del libro esta sacado de aportaciones de librerías del Reino Unido, Australia y algunos países europeos en menor medida, teniendo un apartado al final del libro con curiosidades ocurridas en diversas ciudades de nuestro país, las cuales son desternillantes.


Es un libro que se lee en una sentada porque al ser anécdotas de pocas frases, la lectura es ágil y su contenido ayuda a que la lectura sea rápida y muy divertida. Lo he pasado muy bien con este libro y aunque la sonrisa no me ha abandonado en el trascurso de su lectura e incluso con alguna la carcajada ha sido merecida creo que las opiniones que viene en su portada son algo exageradas, es bueno pero no lo considero extraordinario.

Creo que conviene comentar que algunas curiosidades pertenecen a ámbitos más locales o de aspectos relacionados con gente con grandes conocimientos de literatura pero unas anotaciones a pie de páginas nos salvan de quedarnos perdidos cuando llegado el momento aparecen estas peculiaridades.

Resumiendo, creo que es un libro que los que adoran los libros y todo este mundo sabrán apreciar y disfrutar. A mí me ha gustado, no me ha dejado indiferente aunque creo que es un libro de anécdotas para conocer un poco más este mundillo, tenerles más cariño a los libreros por las situaciones que soportan y reconocer que en este mundo hay gente para todo.

Enlace: https://librosenelpetate.blo..

Calificar como libro a esta recopilación de frases o diálogos que se suscitan en las librerías me parece un poco exagerado.
Hay quienes lo califican como Ensayo, otros como Relatos, en fin, que si sigo así voy a formar parte de los breves apuntes que nos ocupan.
Quienes accedimos a esta lectura, sabíamos previamente que sería liviana, para leer de tirón, para sonreir y escaparnos de una obra fuerte y antes de otra igualmente ardua. Algo así como un tentempié.
Lo raro es que entre sonrisas, confirmamos que los seres humanos vamos descaminados por este mundo, y nos importa cada vez menos exponer públicamente lo poco que sabemos, y que ni siquiera nos interesa mejorar.
No es poca cosa sacar estas conclusiones de una pequeña obra sin más ambición que entretenernos.
Párrafo especial para esos libreros que debieron participar, sin quererlo, de algunos de esos hechos absurdos y sin sentido , que sin embargo nos hicieron sonreir.

Libro ameno y divertido sobre las ocurrencias de algunos visitantes a las librerías.
La paciencia que demuestran los libreros es asombrosa, yo, que trabajo cara al público no se cómo habría reaccionado en según qué ocasiones.
Este libro está repleto de anécdotas y preguntas absurdas que les han formulado a los libreros, hay algunas muy graciosas, cambiando los títulos de los libros o cambiando el autor, confusiones muy divertidas que te sacan una sonrisa, pero luego hay otras anécdotas que me parecen de una mala educación tremenda por parte del cliente hacia los libreros y me sorprende la cantidad de ellas que hay. ¿Esa gente que se piensa de la vida?
Este libro es muy bueno para intercalar entre lecturas y para pasar un rato muy entretenido y agradable

Este es el libro perfecto para usar como regalo para cualquier persona que trabaje en una librería o biblioteca, o en cualquier persona que disfrute leer en general. Divertido, entretenido y lleno de situaciones extrañas que harán que se te suban las cejas y te preguntes qué pensaban esos clientes cuando abrieron la puerta de la librería ese día ... Pero al menos nos ha dado este libro para alegrar nuestro día. Me gusta cómo Cosas Raras Que Se Oyen En Las Librerías se divide en tres partes diferentes, y la última parte tiene pequeñas anécdotas de librerías de todo el mundo. Es bueno saber que hay clientes raros en cada rincón del mundo ... Aunque no estoy segura de que quiera trabajar en una librería ahora. (Sólo bromeo, ¡todavía me encantaría!) Recuerda este título si estás buscando algo divertido para regalar a alguien que le guste leer.