En una casa blanca a la orilla del mar

Soy una fan de las novelas epistolares, bien sean solo cartas o, como es el caso de esta, más metodos. Realmente no te metes en el libro como tal, ya que estás leyendo cartas y notas siendo una mera espectadora; pero eso es lo que pasa con el género epistolar. Estas leyendo algo que sabes que no está escrito para tí, sino para los personajes. A mi, particularmente, me encanta este género.

Dividida en invierno, primavera, verano y otoño, junto con un epílogo un verano después. Comienza un 9 de Enero de 2017 con un e-mail de Candela Olmo, la protagonista, a Mario Lima para alquilar un apartamento en el pueblo Vila Nova de Milfontes durante dos meses. Os podéis imaginar por el título que esa es la casa blanca a la orilla del mar. En ella vive Mario en el piso de arriba y desde que la alquila Candela en el piso de abajo.

Candela se va sola de Madrid al sur de Portugal y se comunica con todo el mundo a través de mails, whatsapp, llamadas y mensajes. También hay alguna carta, en especial las dos del final.

He de decir que no me esperaba la novela así para nada y que estoy muy agradecida a la amiga que me animo a leerla porque me ha descubierto un libro que puedo decir que me ha enamorado. No puedo contar mucho más sin que cualquier comentario me lleve a haceros un spoiler que no merecéis. Solo puedo recomendaros encarecidamente que la leáis, que os dejéis llevar por sus letras y os sumerjais en una historia diferente.

La carta final es desgarradora y cuando pensé que no se podía mejorar llegó el epílogo, que es aún mejor. Sin duda el final ha conseguido hacerme llorar y me ha dejado con ganas de volver a leerlo.