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Las veces que he leído novelas epistolares no me han convencido demasiado, básicamente porque tanto Las ventajas de ser un marginado como Cartas de amor a los muertos relataban los sucesos tal cual, con sus diálogos y reacciones, en esta historia tiene más sentido la manera que está redactada. Pero no me ha ganado, es más, por este mismo hecho no he podido disfrutar de ella de la manera que podría haber sido. Ningún personaje me ha gustado, no he visto avanzar el romance, a veces no entendía la razón de que los personajes se comunicaran por e-mails, el final me ha hecho pedacitos a la vez que ha tirado mis posibles hipótesis por la borda, Abril Camino tiene un estilo dulce que en el fondo podría haber disfrutado de conocer su pluma en otro de sus libros. En parte tienen la culpa mis expectativas, me esperaba mucho de esta historia porque la mayoría de reseñas lo han puesto por las nubes, pero será que novela romántica y escrita a base de cartas tendría que haberme dado la señal de que no era para mí. El hecho de que esté llena de e-mails, mensajes de whatsapp, notitas incluso, me ha parecido muy guay, pero tooooda la novela escrita de esa manera hace que no entiendas a los personajes porque no les conoces. Muchas veces la protagonista le cuenta a su hermana cómo le hace sentir, pero es en periodos espaciados y, entre lo que entras en la mente de Candela entendiendo su felicidad, pasan varios días y todo a dado un vuelco que te deja descolocado porque vas caminando a trompicones por la historia. Se conocen los sentimientos y emociones, pero no los vives con los personajes, sino como si el lector fuera un intruso entre los mensajes privados, y me parece una pena porque podría haber querido a Candela, Mario y Ana. Por esto mismo no he sentido el romance, me han faltado los detalles del enamoramiento, el cómo un desconocido se convierte en amigo para después ser algo más, las miradas, la chispa... Solo son unos largos mensajes a su hermana en los que la magia del momento se pierde. Sí, se ve que avanza, pero falta todo lo del medio y, por desgracia, no me lo he creído. Aunque Abril hace que los mensajes por e-mail tengan sentido —en vez de ser una llamada o hablar en persona—, a veces me ha resultado forzado. Varios escalones separan a Candela y Mario, algunas veces los mensajes solo tenían sentido para que el lector se enterara de lo que estaba sucediendo, en la vida real no habría pasado así. al igual que las conversaciones con su hermana, habían hablado por teléfono, pero en el e-mail posterior hacen de nuevo hincapié en lo comentado en la llamada, para incluir al lector en lo sucedido, hmpf... El final ha sido lo que me ha hecho añadir una estrellita más, todas las hipótesis que fui creando a lo largo de la lectura se fueron a la basura y Abril Camino te hace pedacitos, te rompe y, mientras te machaca con cada párrafo, espera que te recompongas de nuevo. Por una parte he quedado satisfecha con el desenlace, pero por otra la protagonista me ha parecido súmamente egoísta y realmente no sé si eso es que me ha gustado o no. Entiendo su punto de vista, pero a la vez no me gusta el que haya dejado pasar eso... Estoy confusa con mis sentimientos. La autora tiene una pluma dulce, por eso quiero probar con otra de sus historias, con la esperanza de que, escrita de otra manera, consiga convencerme finalmente. Un gran aspecto positivo es la rapidez con la que se lee. |
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