El ayer, nosotros y un mañana imposible

Tengo una sensación rara ahora mismo. Y estoy triste, mucho, eso también. Está claro que la narrativa de Abril Camino es una delicia, siempre, y en este caso no iba a ser menos, pero el tema es tan duro y tan triste que ufff, no tengo ni palabras. Cuando, además, te toca tan de cerca, tanto, las sensaciones creo son más intensas. No estoy segura de sí me ha gustado o de si no. En realidad, ahora mismo estoy triste y enfadada, no sé ya os digo que es raro todo. Removerme, me ha removido todo por dentro y eso pocas autoras lo consiguen, pero sigo pensando que este libro no es para mí. ¿Y entonces por qué lo has leído si estabas avisada de la trama? Os preguntaréis, pues porque es Abril Camino y de ella me leo hasta la lista de la compra porque a todo lo pone el alma y eso se nota en cada novela suya. Pero, insisto, este tipo de historias no son las que busco cuando quiero evadirme leyendo. Por eso no puedo darle más de 3 estrellas. Quizás no es el libro, soy yo. No sé. Pero no es una novela que vaya a recomendar. Pienso que Abril tiene otras historias más bonitas, no sé si mejores, pero si más bonitas y que te dejan con mejores sensaciones. Me ha faltado un epílogo donde hayan pasado unas semanas, meses, años, y los personajes estén en otro punto y no todo tan reciente, tan tierno, tan sangrante. A mí, esta historia, me ha roto en mil pedazos y eso sabiendo lo que me iba a encontrar y me va a costar recuperarme. Es de las pocas veces que me arrepiento de haberme aventurado con un libro. Raro, ya os digo. Muy raro todo.