 |
Este es el primer título de las novelas de la serie EL comisario Montalbano y como ya dije en mi anterior reseña, leer a Camilleri y a su comisario siempre es un auténtico placer. Yo no lo he hecho por orden, además de que conocí las novelas a través de la serie de películas, que son una maravillosa adaptación del universo de Montalbano. Comienzo esta reseña con una cita del libro, porque a mí me da una aproximación muy exacta del personaje que Camilleri ha creado y todo lo que ha querido significar con él. " - Te has ascendido tú solo, ¿verdad? - preguntó Livia tras permanecer un buen rato en silencio -. de comisario a dios, un dios de tercera categoría, pero dios de todos modos." Y es verdad, si dios, en lugar de entelequia, fuera razonamiento, tendría una aproximación a los juicios de Montalbano, tan justo y generoso, que es capaz de saltarse la ley para ayudar a quien lo merece. Entonces Camilleri dibuja la figura de Livia como su conciencia, su Pepito Grillo, que le enfrenta a sus decisiones y le juzga con cariño y con severidad. |
>
